Alberdi asegura en la presentación de los actos de homenaje a Juan Muñiz Zapico que "no tenemos una democracia donada, sino conquistada fundamentalmente por el movimiento obrero"
19 de diciembre de 2006 - ccooasturias.es
El presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico, Francisco Prado Alberdi, compareció esta mañana en rueda de prensa, acompañado por el secretario general de CC.OO. de Asturias, Antonio Pino, y por Higinia Torre Patallo, viuda de Juanín, para presentar los actos de homenaje al histórico dirigente de nuestro sindicato programados para los próximos meses por CC.OO. de Asturias a través de la fundación que lleva su nombre.
Francisco Prado Alberdi destacó durante su intervención que este homenaje es tan necesario como oportuno. "Revisar los valores que representó Juanín durante la Transición es fundamental en un momento en el que se está haciendo un revisionismo histórico equivocado". Porque "no es como nos lo están contando". El presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico aseguró que la española "no es una democracia donada, sino conquistada fundamentalmente por el movimiento obrero" en el que jugó un papel principal CC.OO. "como fuerza hegemónica en ese momento".
Alberdi anunció a continuación las actividades más importantes previstas para rendir homenaje a Juan Muñiz Zapico, destacando la exposición que se inaugura el lunes en Lena, el acto del día 4 de enero en el cementerio de La Frecha y el del 10 de junio en el teatro Jovellanos de Gijón.
Por su parte, Antonio Pino glosó brevemente la trayectoria y el papel de Juan Muñiz Zapico en el impulso del movimiento obrero, la lucha contra el franquismo y la Transición democrática. Recordó que Juanín fue "el asturiano del Proceso 1001", y un "arduo defensor del proyecto sindical autónomo que es CC.OO., basado en la independencia política y la pluralidad interna".
Finalmente, Higinia Torre Patallo afirmó que los principios que defendió Juan Muñiz Zapico siguen siendo una seña de identidad de nuestra organización.
UN EMBLEMA DEL SINDICATO, DE LA LUCHA CONTRA EL FRANQUISMO Y PROTAGONISTA INDISCUTIBLE DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
Juan Muñiz Zapico nació en La Frecha (Lena) en 1941, y comenzó a trabajar en Talleres de Aguínaco de Mieres. Elegido Enlace Sindical y Jurado de Empresa en 1963, ingresa en 1964 en Comisiones Obreras y en el PCE. En 1966 participa en la toma de la Casa Sindical de Mieres y en la asamblea de 460 jurados de empresa.
Partícipe de las jornadas de lucha del 1º de febrero y el 27 de octubre de 1967, firma el manifiesto de ésta última y es acusado, junto a sus compañeros, de asociación ilícita y propaganda ilegal, lo que le cuesta dos años en las cárceles de Oviedo, Jaén y Segovia.
En 1970 es nombrado miembro del Comité Regional del PCE. Traslada su residencia a Gijón e intensifica su actividad sindical, lo que le supone despidos y persecución policial y patronal, dificultando su vida laboral.
Es detenido el 24 de junio de 1972 en el Convento de los Padres Oblatos de Pozuelo de Alarcón, iniciándose el "Proceso 1001", por el que sería condenado a 18 años de cárcel por el Tribunal de Orden Público (TOP) el 20 de diciembre de 1973. Tras la muerte de Franco, es indultado el 30 de noviembre de 1975. Su regreso a Asturias produce en Mires y Gijón una fuerte represión el 4 de diciembre.
Protagonista del desarrollo de las Comisiones Obreras, es elegido para formar parte del Secretariado General en la Asamblea de Barcelona (11 de julio de 1976), donde realiza la ponencia sobre "Reforzamiento Orgánico de Comisiones". En julio de ese año es elegido y participa del Comité Central del PCE celebrado en Roma. Juan Muñiz Zapico desarrolló también un importante papel en la Junta Democrática de Asturias. A lo largo de su intenso activismo sufrió 7 años de cárcel, 5 despidos, 4 multas gubernativas y 2 condenas del TOP. Realizó 4 huelgas de hambre.
Su reconocido prestigio y capacidad de análisis, diálogo y visión unitaria le hicieron uno de los protagonistas indiscutibles de la Transición, que ayudó a forjar pero no vio culminar, al fallecer trágicamente el 2 de enero de 1977 en un accidente de tráfico. Su entierro, en el cementerio de La Frecha el 4 de enero de 1977, fue una de las mayores manifestaciones públicas de la Transición en Asturias, con 20.000 participantes.
La vida de Juan Muñiz Zapico es representativa de una época y de todos aquellos jóvenes trabajadores que ante la sobreexplotación y represión del régimen franquista, arriesgaron su vida por la libertad de todos y todas.
Por todo ello, con el objetivo de recuperar su memoria, en el treinta aniversario de su muerte, desde la Fundación Juan Muñiz Zapico se ha organizado el programa aniversario y una exposición.