Redacción/Oviedo

El sindicato CC OO ha preparado una serie de actividades para homenajear a su histórico dirigente Juan Muñoz Zapico 'Juanín' en el 30 aniversario de su muerte, ocurrida el 2 de enero de 1977 en accidente de tráfico.

El secretario general de CC OO en Asturias, Antonio Pino; el presidente de la Fundación Juan Muñoz Zapico, Francisco Prado Alberdi, y la viuda de 'Juanín', Higinia Torre Patallo, presentaron el pasado viernes las actividades previstas, entre las destacan los homenajes que se le tributarán el 4 de enero y el 10 de junio en el cementerio de La Frecha, en lena, y el teatro Jovellanos de Gijón, respectivamente.

Pino destacó la vigencia de la figura de 'Juanín' y dijo que hoy en día sería un «luchador por la justicia social» ante el «impulso arrollador de las ideas neoliberales». El máximo dirigente del sindicato en Asturias indicó que 'Juanín' fue uno de los principales impulsores del sindicalismo autónomo e independiente, basado en la «pluralidad interna». También incidió en que fue un «ferviente defensor de la acumulación de fuerzas para hacer más eficaces las organizaciones sindicales».

Por su parte, el presidente de la Fundación de Juan Muñoz Zapico calificó el homenaje de «necesario» y «de actualidad» y afirmó que también se pretende «revisar los valores que 'Juanín' encarnó en la etapa de la Transición.

Prado Alberdi incidió en la necesidad de este homenaje porque «desde diversos sectores se están revisando esa etapa de forma errónea e interesada». Añadió que la democracia española fue «conquistada» por el movimiento obrero en el que 'Juanín' jugó un papel determinante.

El homenaje también contempla la edición de un libro que recoge testimonios de compañeros del dirigente sindical y una exposición que se inaugurará hoy en Pola de Lena y recorrerá diversos concejos.

Juan Muñiz Zapico nació en La Frecha (Lena) en 1941, y comenzó a trabajar en Talleres de Aguínaco de Mieres para ingresar en 1964 en CC OO y en el PCE. Participó de las jornadas de lucha del 1 de febrero y el 27 de octubre de 1967, firmó el manifiesto de ésta última y fue acusado, junto a sus compañeros, de asociación ilícita y propaganda ilegal, lo que le costó dos años de prisión. En 1970 fue nombrado miembro del Comité Regional del PCE y trasladó su residencia a Gijón, donde intensificó su actividad sindical. Fue detenido el 24 de junio de 1972 en el convento de los Padres Oblatos de Pozuelo de Alarcón, iniciándose el 'Proceso 1001', por el que sería condenado a 18 años de cárcel por el Tribunal de Orden Público el 20 de diciembre de 1973.