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El Langreo de Pasionaria
La Nueva España, 11 de abril de 2005

El concejo recuerda la figura de la mítica dirigente comunista, que en 1977 abarrotó Ganzábal con un mitin

Langreo, Aitana CASTAÑO


De izquierda a derecha, Horacio Fernández Inguanzo, Dolores Ibárruri y Vicente Gutiérrez Solís, en el estadio municipal de fútbol de Ganzábal, en un mitin celebrado a finales de mayo de 1977.

Langreo celebra, desde hoy y hasta el próximo sábado, la segunda Semana cultural «Dolores Ibárruri», una iniciativa llevada adelante por el Partido Comunista langreano y que nació al amparo de la inauguración de una calle y un monolito en honor a Pasionaria en La Felguera hace ya dos años.

Pero la relación del concejo con la líder comunista comenzó mucho antes, en los años treinta durante la II República y la guerra civil (Ibárruri fue detenida junto con otras dos diputadas republicanas al entrar en Sama a finales de 1934) y en la primera democracia de finales de los años setenta. A finales de mayo de 1977, quince días después de regresar de su exilio moscovita, Dolores Ibárruri daba un mitin en el campo municipal de Ganzábal. Era la vuelta a las cuencas mineras asturianas, tras treinta y ocho años, de la mujer que había encarnado la lucha obrera en el Parlamento español, de la política que había llegado al escaño, tal y como ella misma aseguraba, «gracias al apoyo que me dieron los mineros asturianos».

Según recuerdan los que vivieron el acto de campaña langreano a finales de mayo (las elecciones generales se iban a celebrar el 15 de junio), hacía buen tiempo y los simpatizantes que querían entrar en el recinto se contaban por miles. En el mitin participaron María Luisa Marrón, Vicente Álvarez Areces, Horacio Fernández Inguanzo y Dolores Ibárruri. Años después, el historiador Francisco Palacios calificó el discurso de Pasionaria de «breve, vibrante y emotivo» y el auditorio langreano como «entregado y fervoroso». Pasionaria, que ya tenía 82 años, fue recibida en Ganzábal con aplausos y vítores. Caminaba apoyada en el brazo de su amigo y también líder comunista Horacio Fernández Inguanzo, «El Paisano». Ibárruri enfatizó en sus palabras lo mismo que llevaba diciendo más de cuarenta años, «en todo momento de dolor o de alegría mi pensamiento volvía hacia los mineros asturianos, hacia los hombres que me eligieron diputada en 1936, y podéis estar seguros de que, en cualquier circunstancia, Dolores Ibárruri estará siempre al lado de los mineros asturianos, de mi entrañable pueblo asturiano».

Pasionaria murió en noviembre de 1989, el entierro congregó, en las calles de Madrid, a miles de personas, la representación de los asturianos se hizo notar, con centenares de banderas del Principado que ondeaban en honor de la que había sido diputada nacional por la región. Entre todos los autobuses que se fletaron desde la provincia, cuatro salieron de la cuenca del Nalón. La mayoría eran militantes y simpatizantes del PCE, muchos habían conocido en persona a Dolores Ibárruri aquella tarde de mayo en el Ganzábal y todos acudieron emocionados a darle el último adiós.

El monolito instalado frente a la estación de autobuses de La Felguera, la calle que lleva el nombre de Pasionaria y la semana cultural que lleva como homenaje son elementos que, año a año, refuerzan la unión del Valle con el mito, pero también con la mujer que lo defendió.

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