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27 de noviembre de 2003 - El Inconformista Digital
Apuntarse a un bombardeo: Un ejercicio de intrahistoria
19 de marzo de 2006 - asturnews.com
Javier Maqua presenta el DVD de "Apuntarse a un bombardeo"
20 de marzo de 2006 - La Nueva España
'Apuntarse a un bombardeo', el testimonio de cinco brigadistas en Irak
20 de marzo de 2006 - El Comercio Digital
Javier Maqua presenta "Apuntarse a un bombardeo"
21 de marzo de 2006 - La Voz de Asturias
Maqua: "El mundo precisa que se relate en imágenes lo que pasa"
21 de marzo de 2006 - El Comercio Digital
Maqua presenta el documental de dos brigadistas asturianos en los bombardeos de Bagdad
21 de marzo de 2006 - La Nueva España
Héroes asturianos en misión de paz para "Apuntarse a un bombardeo"
marzo/abril de 2006 - El Sindicato
La Fundación Juan Muñiz Zapico colabora en la edición del DVD "Apuntarse a un bombardeo", en el tercer aniversario de la invasión de Irak
18 de enero de 2007 - El Faro de Ceuta
"La primera bomba que oyes te cala dentro, parece increíble"
"Apuntarse a un bombardeo" es un ejercicio de recuerdos dolorosos entre la impotencia que produce la guerra y la solidaridad con las personas que la sufren. Nos habla de la universalidad de los sentimientos: el dolor, el sufrimiento, el miedo, el horror...
Mar Molina
"Apuntarse a un bombardeo" es el título de una película - documental de Javier Maqua sobre los brigadistas españoles que se quedaron en Bagdad cuando las tropas invasoras comenzaron esta guerra desigual, ilegal e inmoral, contada en primera línea de fuego. La película está siendo exhibida en el 41º Festival Internacional de Cine de Gijón.
"Apuntarse a un bombardeo" es un ejercicio de recuerdos dolorosos entre la impotencia que produce la guerra y la solidaridad con las personas que la sufren. Nos habla de la universalidad de los sentimientos: el dolor, el sufrimiento, el miedo, el horror…
Los brigadistas a través de los diarios, que escribieron en esos días, nos cuentan sus motivaciones para permanecer en Bagdad, pero también dejan entrever las heridas que esta guerra ha dejado en ellos.
En sus ojos podemos ver los reflejos de la onda expansiva del dolor y el sufrimiento del pueblo iraquí.
Con voz quebrada por un hondo sentimiento de lucha, nos conducen sobre los escombros de las calles de Bagdad; por la resistencia de un pueblo a la invasión, un pueblo que sólo tenía sus manos y sus vidas para defenderse ante las toneladas de bombas de destrucción masiva que fueron lanzadas sobre la ciudad en nombre de "la paz y la libertad".
Javier Maqua ha recogido los miles de pedazos anímicos en que se fragmenta cualquier ser humano, después de vivir una experiencia de este horror (que era predecible), y recomponiendo los recuerdos, el sonido de las bombas, la indefensión de un pueblo, que nada tenía para defenderse, y la prepotencia de los que atacaron con impunidad y sin piedad un país para repartirse un botín.
En una entrevista Javier Maqua afirmaba "hay imágenes que nadie hubiera metido en una película, las que filmaron ellos en High8 y en las que se nota el pulso de quien lleva la cámara. Son imágenes fuertes pero no por sangrientas sino por auténticas. Se ve el temblor de la mano que lleva la cámara y cómo le tiembla la voz al ver los bombardeos desde una terraza".
"Apuntarse a un bombardeo" es un ejercicio de intrahistoria humana conmovedor y brutal.
Me gustaría hablarles de muchos de los momentos memorables que contiene la cinta, pero creo que ese es un trabajo que ha realizar cada espectador. No queriendo desentrañar su voluntad de visionar el documental, les diré que al amanecer y durante los bombardeos los gallos seguían cantando en Bagdad, incitando al sol a iluminar la vida que querían sesgar las bombas.
Sinopsis de la película:
"Apuntarse a un bombardeo"
(Javier Maqua, España, 2003, 93 min.)
Bárzana (parroquia del concejo de Quirós en el Principado de Asturias), casa de Tere Tuñón, una de los dos brigadistas asturianos que permanecieron en Bagdad durante la guerra. Allí se han ido Javier Maqua, Willy Toledo (el actor de "Siete vidas" o "El otro lado de la cama", que esta vez ejerce de productor junto a Geno Cuesta) y Maxi Rodríguez (nuestro autor teatral favorito, actor y guionista) para documentar la historia de esos días excepcionales por boca de su protagonista. El reencuentro, con fabada incluida, de Tere y sus compañeros de causa, las películas caseras que rodaron durante los bombardeos en la capital iraquí, los recuerdos, el miedo y la solidaridad, el valor...
L'Axencia de Cooperación y la productora Blaster editen el documental sobre los brigadistes asturianos na guerra d'Irak
Redacción
El realizador Javier Maqua presenta esti llunes 20 n'Uviéu la edición en DVD del so documental "Apuntarse a un bombardeo". La productora uvieína Blaster Televisión y l'Axencia de Cooperación del Principáu promueven esta versión doméstica d'una película protagonizada polos brigadistes asturianos que s'opunxeron en Bagdag a la invasión d'Irak.
El documental, producíu pol actor Guillermo Toledo y Geno Cuesta, narra el realcuentru de los brigadistes na casa qu'una d'elles, Teresa Tuñón, tien nel conceyu de Quirós: ende remembren los díes pasaos en Bagdag embaxo los bombardeos del exércitu americanu y británicu al través de la llectura de los sos diarios personales. La edición en DVD recueye dellos de los testos escritos por dos de los activistes: Teresa y Mino, asina como otros del propiu director Javier Maqua y del responsable de Cooperación del Principáu, Rafa Palacios.
El DVD "Apuntarse a un bombardeo" preséntase esti llunes 20 a les 18.30 nun actu na Biblioteca del Fontán n'Uviéu, con presencia del autor del documental y de los sos principales protagonistes.
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El director de cine Javier Maqua (d), acompañado del director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios (2d), y de los brigadistas asturianos, María Teresa Tuñón (2i) y Belarmino García (i), durante su intervención hoy en el acto de presentación del largometraje "Apuntarse a un bombardeo" basado en la experiencia vivida por los brigadistas españoles en la invasión de Irak. |
En la presentación del libro-dvd estuvieron presentes también el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, y los brigadistas asturianos María Teresa Tuñón y Belarmino García.
La agencia que dirige Palacios ha subvencionado con 11.600 euros la edición y difusión de este largometraje, que también contó con la participación de Blaster Televisión y la Fundación Juan Muñiz Zapico.
"Apuntarse a un bombardeo" es una mezcla de narraciones de los protagonistas y las cinco horas y media de grabación que Ana, una brigadista leonesa, realizó con su cámara doméstica.
Maqua se enteró de que Tuñón estaba organizando una reunión en su casa de Bárzana, en el concejo de Quirós, con todos los compañeros que vivieron la invasión, y aprovechó la ocasión -previo aviso- para presentarse allí y grabar sus conversaciones, relatos y emociones.
Para la experiencia, Maqua seleccionó una serie de imágenes y parte de los diarios de guerra de los propios brigadistas y recogió sus reacciones y comentarios.
En la presentación de la obra, Maqua denunció la necesidad de que se hagan más películas de este tipo porque "el mundo requiere con urgencia que se relate con imágenes lo que está pasando".
Asimismo, exigió la colaboración de toda la sociedad para "desmontar" el "atroz complejo industrial y militar de EEUU", un país en el que los medios de comunicación "ofrecen escasísima información y, además, sesgada".
"No podemos tolerar la guerra ni dormir tranquilos mientras siga existiendo", dijo.
María Teresa Tuñón calificó la ocupación de Irak como "la mayor infamia que se ha cometido contra un pueblo inocente, cuyo único pecado era tener petróleo y agua", y pidió la colaboración de "todos" para "luchar por una democracia de verdad".
Por su parte, Palacios subrayó también la necesidad de que el resto del mundo no se quede "impasible" ante el "proyecto de guerra global permanente puesto en marcha por EEUU" y lamentó la "inoperancia de los organismos internacionales y la incapacidad de muchos gobernantes de escuchar a sus ciudadanos demandando que no participaran en la guerra de Irak".
Añadió que el Principado va a apoyar a todos los colectivos que trabajan en el ámbito civil desde el interior de Irak, porque consideran que el pueblo iraquí esta pidiendo que "la Comunidad Internacional se posicione claramente del lado de la justicia, la verdad, la paz, la democracia y la libertad".EFE
El director de cine Javier Maqua presentó hoy el largometraje "Apuntarse a un bombardeo", un "documento" -en palabras del cineasta- que recoge las vivencias de cinco brigadistas españoles durante la invasión de Irak, un hecho histórico del que hoy se cumplen tres años.
En la presentación del libro-dvd estuvieron presentes también el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, y los brigadistas asturianos María Teresa Tuñón y Belarmino García.
La agencia que dirige Palacios ha subvencionado con 11.600 euros la edición y difusión de este largometraje, que también contó con la participación de Blaster Televisión y la Fundación Juan Muñiz Zapico.
"Apuntarse a un bombardeo" es una mezcla de narraciones de los protagonistas y las cinco horas y media de grabación que Ana, una brigadista leonesa, realizó con su cámara doméstica.
Maqua se enteró de que Tuñón estaba organizando una reunión en su casa de Bárzana, en el concejo de Quirós, con todos los compañeros que vivieron la invasión, y aprovechó la ocasión -previo aviso- para presentarse allí y grabar sus conversaciones, relatos y emociones.
Para la experiencia, Maqua seleccionó una serie de imágenes y parte de los diarios de guerra de los propios brigadistas y recogió sus reacciones y comentarios.
En la presentación de la obra, Maqua denunció la necesidad de que se hagan más películas de este tipo porque "el mundo requiere con urgencia que se relate con imágenes lo que está pasando".
Asimismo, exigió la colaboración de toda la sociedad para "desmontar" el "atroz complejo industrial y militar de EEUU", un país en el que los medios de comunicación "ofrecen escasísima información y, además, sesgada".
"No podemos tolerar la guerra ni dormir tranquilos mientras siga existiendo", dijo.
María Teresa Tuñón calificó la ocupación de Irak como "la mayor infamia que se ha cometido contra un pueblo inocente, cuyo único pecado era tener petróleo y agua", y pidió la colaboración de "todos" para "luchar por una democracia de verdad".
Por su parte, Palacios subrayó también la necesidad de que el resto del mundo no se quede "impasible" ante el "proyecto de guerra global permanente puesto en marcha por EEUU" y lamentó la "inoperancia de los organismos internacionales y la incapacidad de muchos gobernantes de escuchar a sus ciudadanos demandando que no participaran en la guerra de Irak".
Añadió que el Principado va a apoyar a todos los colectivos que trabajan en el ámbito civil desde el interior de Irak, porque consideran que el pueblo iraquí esta pidiendo que "la Comunidad Internacional se posicione claramente del lado de la justicia, la verdad, la paz, la democracia y la libertad".
J. NIETO
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Tuñón, Maqua y Palacios, ayer en Oviedo. Foto:JOSE VALLINA |
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Maqua definió el proyecto como "un documental de un hecho histórico concreto donde se recogen los sentimientos de varias personas". El director parafraseó a Spike Lee y apuntó que "la guerra de Irak no será la última". Apuntarse a un bombardeo es una mezcla de narraciones de los protagonistas y las cinco horas y media de grabación que Ana, una brigadista leonesa, realizó con su cámara doméstica. Maqua dijo que la cinta es un documento vivo, pero "espero que con el tiempo se convierta en una pieza arqueológica fundamental".
El autor de Fusilamiento (instrucciones de uso) abogó por la necesidad de que se hagan más películas de este tipo porque "el mundo requiere con urgencia que se relate con imágenes lo que está pasando".
A la presentación del Libro-DVD Apuntarse a un bombardeo asistió Rafael Palacios, director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, denunció la situación por la que está pasando Irak y dijo que "los apoyaremos con las únicas armas de las que disponemos: la palabra, la imagen y la solidaridad". También acudieron los brigadistas María Teresa Tuñón y Belarmino García calificaron la ocupación de Irak como "la mayor infamia que se ha cometido contra un pueblo inocente, cuyo único pecado era tener petróleo y agua".
EFE/OVIEDO
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PROTAGONISTAS. Por la izquierda, Belarmino García, Teresa Tuñón, Rafael Palacios y Javier Maqua. / EFE | |
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En la presentación del libro-dvd estuvieron presentes también el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, y los brigadistas asturianos María Teresa Tuñón y Belarmino García, que actuó de corresponsal de EL COMERCIO mientras vivía el infierno de los bombardeos.
La agencia que dirige Palacios ha subvencionado con 11.600 euros la edición y difusión de este largometraje, que también contó con la participación de Blaster Televisión y la Fundación Juan Muñiz Zapico.
'Apuntarse a un bombardeo' es una mezcla de narraciones de los protagonistas y las cinco horas y media de grabación que otra brigadista leonesa, realizó con su cámara doméstica.
El documental de Javier Maqua recoge las vivencias de voluntarios españoles en la guerra de Irak
Oviedo, Patricia del Cueto
"Apuntarse a un bombardeo" es el título del largometraje documental dirigido por Javier Maqua y basado en la experiencia de un grupo de brigadistas españoles que permanecieron en Irak durante el conflicto bélico. Esta aventura la grabó Ana, una de las brigadistas, con una pequeña cámara doméstica, y ese material y el interés de Maqua por la historia de Teresa Tuñón, otra de las brigadistas, quirosana de 69 años, sirvieron de génesis del filme.
"Después de conocer a Teresa y su familia y contando con su generosidad, yo y el equipo nos desplazamos a Bárzana, el pueblo de Teresa, adonde había invitado al resto de compañeros brigadistas para reencontrarse. Ese encuentro, el recuerdo de las experiencias vividas y el material audiovisual que se habían traído me sirvieron para este trabajo", explicó Maqua ayer, durante el acto de presentación de la cinta, en Oviedo. En el acto estuvieron presentes la propia Teresa Tuñón y el también brigadista Belarmino García, así como Rafael Palacios, el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, organismo que apoya con 11.600 euros este proyecto, junto con Blaster Televisión y la colaboración de la Fundación Juan Muñiz Zapico. Maqua lamentó que el largometraje no se estrene en la industria comercial del cine y tan sólo se haya emitido en un canal, temático, de televisión.
"Apuntarse a un bombardeo" es una selección de imágenes de los diarios de guerra de los brigadistas españoles que se quedaron en Bagdad tras la invasión de Irak. El documental recoge el relato de las reacciones y comentarios de los protagonistas y sus filmaciones en Super8. "Son fotogramas fuertes pero no por sangrientas sino por auténticas. Se ve el temblor de la mano que lleva la cámara y cómo le tiembla la voz al ver los bombardeos desde una terraza. Recompone los recuerdos, el sonido de las bombas, la indefensión de un pueblo y la prepotencia de los que atacaron con impunidad y sin piedad un país para repartirse un botín" según su autor Javier Maqua.
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En la presentación de la obra, Javier Maqua planteó la necesidad de más películas que relaten con imágenes lo que está pasando, así como el ejemplo de solidaridad de los brigadistas y el llamamiento a la colaboración de toda la sociedad para desmontar el "atroz complejo industrial y militar de EEUU", por que lamentablemente "la guerra de Irak no será la ultima".
Belarmino García y Mª Teresa Tuñón denunciaron la ocupación de Irak como "la mayor infamia que se ha cometido contra un pueblo inocente, cuyo único pecado era tener petróleo y agua". Por su parte, Rafael Palacios denunció el "proyecto de guerra global permanente puesto en marcha por EEUU" y lamentó la "inoperancia de los organismos internacionales", expresando su "apoyo total al pueblo iraquí con las únicas armas de las que disponemos: la palabra, la imagen y la solidaridad, porque la libertad y la democracia no se pueden decretar ni imponer a golpe de fusil".
Cansada de ver en televisión cómo ninguna protesta social era suficiente para impedir la invasión de Irak, Teresa Tuñón decidió, a sus casi 70 años, tomar un avión y esperar en Bagdad a que comenzaran los bombardeos ayudando, en la medida de sus posibilidades, al pueblo iraquí. En estas líneas, la 'abuela brigadista' describe para los lectores de 'El Faro', sus experiencias, sus recuerdos y las imágenes que ya nunca podrá borrar de su retina.
¿Cómo pasa una mujer jubilada que reside en una tranquila aldea asturiana a convertirse en una brigadista en Irak?
Yo veía desde mi casa cómo el gobierno norteamericano, con la ayuda del español y el británico, iba a invadir un país, y como siempre estoy al lado de los más débiles, de los oprimidos, y en contra de la injusticia pensé que debía irme a Irak. Comencé buscando vuelos a ese país a título personal, hasta que me puse en contacto con Izquierda Unida, que en ese momento se encontraba organizando las brigadas. A los tres días me encontraba camino de Irak.
Y, ¿cuál fue la reacción de su familia, la de sus hijos, por ejemplo, cuando les comunica que se va a Irak, a un país a punto de ser invadido...?
Lo entendieron perfectamente, todos son muy solidarios.
Ya en el país, ¿cómo actúan las brigadas? ¿cuál es su misión, sus actividades?
Las brigadas estaban organizadas por el Comité de Solidaridad con la causa árabe que estaba luchando contra el embargo. Nos identificábamos por una pegatina que llevábamos en la que se leía 'No a la invasión' y así comenzamos a visitar mercados, colegios, repartíamos material, estuvimos con los alumnos que estudiaban español (fue la primera oportunidad que tuvieron de practicar a lengua)y que no entendían, como ninguno de nosotros, por qué nuestro gobierno apoyaba la invasión de su país. Además fuimos recibidos por el segundo ministro de Sadam Hussein, del que no se sabe cuál fue su destino.
Y 21 días después de su llegada a Bagdad comienzan los bombardeos...
Sí, el día 20 a las 5.30 de la madrugada caía la primera bomba. Llevamos todo al gimnasio del hotel, que ya lo habíamos habilitado para cuando comenzaran a bombardearnos y subimos, con un grupo de periodistas, a la azotea del hotel. Recordaré toda mi vida nuestro silencio y la sensación de incredulidad que sentíamos todos al ver lo que un ser humano es capaz de hacer contra otros seres humanos. La primera bomba te cala dentro, parece increíble.
¿Su actividad cambia a partir de entonces?
Cuando ya estábamos siendo bombardeados decidimos comenzar a visitar hospitales con lo que elaboramos un dossier que fue presentado ante el Tribunal de la Haya porque lo que allí se produjo fueron crímenes de guerra. Recuerdo que los primeros heridos que visitamos fueron una madre y su bebé, heridas mientras la primera amamantaba a su pequeña. La mujer estaba herida en las manos y la recién nacida en la espalda, unas heridas que le estaban produciendo fiebre. En nuestra última visita a un hospital conocimos el caso de una niña de ocho años, con toda su familia muerta en un bombardeo, a la que había que dar el alta pero nadie sabía qué hacer con ella, estaba sola en el mundo, sin lugar a dónde ir y en medio de una guerra.
La situación de un país bajo las bombas tiene que ser caótica...
Si, por supuesto, llegó un momento en el que ni hospitales ni los cementerios daban más de sí ni para curar ni para enterrar a las personas. Comenzaron a utilizar los jardines aledaños de los clínicos como improvisados cementerios y, como había cadáveres sin identificar ni posibilidad de hacerlo, algunas sepulturas contenían leyendas descriptivas, como una que nos causó un especial sentimiento de pesar. Decía: 'Niña, como de siete años, vestida de azul'.
En esa situación, ¿uno puede quedarse con alguna imagen en concreto?
No, es imposible, hay cientos. Una que me marcó para el resto de mi vida es la de un barrio pobre de Bagdad cerca de un mercado, en el que una bomba mató a 52 personas de las que 25 eran niños que jugaban al fútbol en la calle. Había restos de los cuerpos... no se puede explicar, son momentos que te marcan para toda la vida.
Estamos hablando del inicio de la guerra, pero hubo una segunda fase en la que las tropas norteamericanas toman Bagdad, ¿cómo lo recuerda?
Tomaron la ciudad con total impunidad. Antes de que llegaran las tropas había una sensación de cierta 'normalidad', la gente arreglaba sus ventanas dañadas por las bombas... pero una vez que llegaron las tropas comenzaron los saqueos, con total permisividad de los invasores, en museos, bibliotecas, etcétera. Hasta el punto de que piezas de esas salas fueron descubiertas posteriormente en mercados de Estados Unidos. Lo único que protegieron fue el Ministerio del Petróleo. Y algo destacable es que, en esas tropas norteamericanas, todos eran soldaditos jóvenes negros y chicanos que no sabían ni por qué mataban ni por qué morían.
Decidir regresar a España en esa situación, dejando el país y a su población, debe ser duro...
Durísimo, una brigadista de León todavía no lo ha superado, piensa que teníamos que habernos quedado más tiempo pero Donald Rumsfeld nos había declarado guerrilleros beligerantes de manera que si nos cogían podíamos acabar en Guantánamo. Por otro lado, el nuncio de su Santidad ni nos abrió la puerta, aseguraba que el Gobierno de E.E.U.U era demócrata y que no nos pasaría nada. En esa situación, nosotros pensamos que si habíamos entrado en Irak libremente, queríamos salir de la misma manera, y por eso nos fuimos, 42 días después de nuestra llegada.
¿Cómo fue el recibimiento que tuvieron a su llegada a España?
La verdad es que nos recibieron muy bien salvo el periodista Manuel Martín Ferrán que escribió un artículo diciendo que debían meternos en la cárcel porque tomamos la embajada española que se encontraba abandonada. Consideramos que España, que estaba apoyando la invasión, no podía tener su bandera ondeando allí así que subimos al tejado, la retiramos y colocamos en su lugar la bandera iraquí con un crespón negro en señal de luto por todas las víctimas. Por ese motivo Martín Ferrán consideró que debían encarcelarnos. Sin embargo fue el único recibimiento desagradable, el resto nos pedía que acudiéramos a diferentes lugares a contar nuestra experiencia.
Teresa, ¿confía en que algún día el conflicto de Irak termine?
Oh, sí, claro, y espero volver al país. Tenía esperanzas de que la invasión acabara con el cambio político que se dio en EE.UU pero parece que no va a ser así. No ha habido suerte de momento.
Irak no es el único país que sufre conflictos de este calado, ¿qué se puede hacer?
Sí, hay otros conflictos como el que sufre el pueblo palestino, y de los que no debemos olvidarnos porque hay mucha población que continúa oprimida y sufriendo por esta globalización, esta organización del mundo que quieren imponernos desde norteamérica. Y tenemos que luchar con lo que tenemos: la palabra y la solidaridad. Yo me acuerdo tanto de las niñas; ¿qué será de ellas? tantas vidas truncadas, deshechas, sólo porque tuvieron la desgracia de nacer en un pueblo en el que hay petróleo.
Esa fue la peor imagen, ¿la de los niños?
Lo peor eran los ojos de los niños y de los ancianos que transmitían la incomprensión que sentían por lo que estaba ocurriendo.
¿No le parece que el ser humano se acostumbra a ciertas tragedias?
Sí, el ser humano se acostumbra a ciertas tragedias y eso es muy triste. Va a hacer ya cuatro años de muertos a diario y este horror continúa.