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6 de enero de 2008 - La Nueva España
Juanín, el obrero de la palabra
8 de enero de 2008 - La Nueva España
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9 de enero de 2008 - La Nueva España
El PSOE de Lena apoya que Juan Muñiz dé nombre al hotel de asociaciones
Una nueva biografía recuerda el sacrificio, optimismo y capacidad dialéctica del histórico sindicalista de CC OO Pola de Lena, Aitana Castaño
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Juanín, el obrero de la palabra
La Nueva España, 6 de enero de 2008
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Lector inquieto, buen estudiante, trabajador, amante del ciclismo y excelente comedor. El que fuera secretario general de Comisiones Obreras en la década de los setenta nació en localidad lenense de La Frecha el 25 de abril de 1941. Fue el primer hijo de Eloy y Ángeles, un matrimonio humilde de Lena que no escatimó esfuerzos y cariño para que al pequeño Juan Marcos no le faltara de nada. De niño estudió en la escuela de La Frecha -«fue el mejor alumno que pasó por mis aulas», llegó a decir su maestro-, pero la coyuntura social lo obligó a iniciarse en el mundo laboral. El 5 de junio de 1957 entró en los talleres Aguinaco de Mieres. Al final de la década de los cincuenta, compaginó su labor con los estudios en la Escuela de Maestría Industrial. A Mieres bajaba en bicicleta o en tren.
La entrada de Muñiz Zapico en la metalurgia también fue la de su acercamiento a la lucha obrera. Tras su paso por el servicio militar, donde conoció a la moscona Higinia Torre -su mujer-, volvió a la factoría de Mieres. Su retorno coincidió con la huelgona del 62. Más de 60.000 parados, estado de excepción y 200 despidos fueron una coyuntura propicia para que el joven Juanín comenzara a materializar su interés por la lucha obrera. En 1963 fue elegido enlace sindical de su empresa, un año después entró a formar parte de las Comisiones Obreras. En 1967 llegó su primera detención. Fue acusado, junto a sus compañeros, de asociación ilícita y de propaganda ilegal. Tras pasar 45 días en la cárcel de Pola de Lena, llegó la sentencia: dos años de cárcel, que pasaría en Oviedo, Jaén y Segovia. Su nombre ya traspasaba entonces la frontera de las Cuencas, y pronto el movimiento obrero de toda Asturias oía hablar de un chaval de Lena que apuntaba maneras dentro de las ilegales Comisiones Obreras.
Lluvia en la celda
A últimos de diciembre de 1968 Juanín ingresó en la prisión de Jaén, donde participó en una huelga de hambre por las condiciones en las que se encuentran dentro de la cárcel. El sindicalista confesó después a sus amigos que en la celda de castigo donde estaban llovía dentro.
El franquismo había recluido a Juanín, pero en su cabeza las ideas de lucha y unidad de la clase obrera seguían bullendo. La inquietud intelectual que tanto lo caracterizaba lo llevó a proponer charlas entre los reclusos para compartir opiniones y experiencias. En agosto de 1969 fue trasladado a la cárcel de Segovia, donde compartió celda con un enlace sindical de La Camocha. Lejos de amilanarse, el lenense dedicó su encierro a estudiar, a practicar deporte y a hacer gala entre los presos de su «optimismo innato». En esa época sus compañeros lo apodaron «Caciples», por lo mucho que le gustaba comer.
La libertad llegó en junio de 1970. Juanín volvió a La Frecha y, junto a su mujer, se trasladó a vivir a Gijón. En la ciudad el camino no fue fácil. Figuraba en las listas negras de la patronal y de la Policía, y las oportunidades de encontrar un empleo fijo se resistieron. Finalmente fue admitido en una subcontrata del Dique-Duro Felguera. Sus compañeros y jefes en Gijón siempre destacaron «su capacidad y laboriosidad», que le valieron incluso un ascenso a jefe de equipo. Pero la situación volvió a tornarse complicada. «Estamos muy contentos con su trabajo, pero la Policía nos presiona más que si fuese usted el Che Guevara para que lo echemos», le llegó a decir uno de los responsables.
En junio de 1972 volvió a ser detenido en el convento de los Padres Oblatos de Pozuelo de Alarcón, y es entonces cuando se inicia el proceso 1001. Juanín fue condenado a 18 años de cárcel por el Tribunal de Orden Público el 20 de diciembre de 1973. Afortunadamente, ni él ni el resto de encarcelados por el proceso 1001 cumplieron la condena. El 30 de noviembre de 1975 un indulto real los dejó en libertad. Juanín, siempre preocupado por la situación general más que por la propia, aseguró en esos momentos que tenía sentimientos «contradictorios» por todos los presos políticos que aún quedaban en la cárcel. El líder de CC OO volvió a Asturias el 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara. Los cientos de personas que se congregaron esa jornada en Mieres y Gijón para mostrar su apoyo a Juanín sufrieron una fuerte represión policial. En la estación de tren gijonesa los agentes impidieron el paso a los manifestantes, y las carreras «y los palos» se sucedieron durante horas. En el 76 Juanín fue reelegido secretariado general de CC OO. A finales de ese mismo año, con motivo de una «jornada de lucha», fue detenido por última vez a la salida de la Universidad de Oviedo. Y llegaron las Navidades, esta vez «medio tranquilas» porque estaba en casa. Pero un fatídico final lo aguardaba inexorable.
Un destino trágico
El 2 de enero de 1977, justo antes de viajar a Madrid con Gerardo Iglesias, Juan Muñiz Zapico viajaba en coche con unos amigos por la calle de El Huerna. De regreso a casa, sufrieron un accidente, en el que el líder de CC OO perdió la vida. El dolor contenido de la familia de Juanín se unió al de toda Asturias. Las crónicas de la época apuntan que hasta 20.000 personas se dieron cita en La Frecha para despedir al histórico dirigente. «Era patrimonio de los demócratas; por eso estábamos todos allí», dicen sus compañeros, que aquel día, además de despedir a un amigo, alzaron el puño y cantaron «La internacional». Juan Muñiz Zapico fue, y sigue siendo, un hombre clave en la transición española. Juanín, un recuerdo dulce y admirable para todos los que lo conocieron.
El alcalde lenense hizo este anuncio durante la presentación, en la Pola, de una nueva biografía sobre el desaparecido sindicalista de CC OO
Pola de Lena, Laudelino Vázquez
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En el centro, Higinia Torre, viuda de Juan Muñiz Zapico, con responsables de CC OO y los autores de la biografía del sindicalista. [foto: Fernando Geijo] | |
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Ramón Argüelles, alcalde de Lena, rememoró «el intenso activismo de Juanín, que lo llevó 7 años a la cárcel, además de provocar que fuese despedido en cinco ocasiones, aunque su reconocido prestigio surgió por su capacidad de análisis, diálogo y visión unitaria, que lo convirtieron en uno de los protagonistas indiscutibles de la transición». Un protagonismo que Lena quiere reivindicar, por eso Argüelles anunció que «vamos a proponer en el Pleno municipal que el local de asociaciones lleve el nombre de Juanín Zapico».
Durante el acto de presentación del libro, Francisco Prado, presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico, ahondó en el personaje a través de una anécdota protagonizada por el conductor de un autobús que, hace tiempo, les llevaba a Madrid a una asamblea del sindicato. «El hombre explicó su difícil situación laboral y finalizó diciendo que si vivera Juanín, esto no pasaría», apuntó Prado que, después, comentó el proceso de elaboración de la biografía: «La semilla que plantamos el pasado año a través de actos y exposiciones, tenía que fructificar en un libro, porque al menos yo soy de la generación que cree en los libros. Así que se lo encargamos a Rubén Vega y Carlos Gordón, a los que hay que agradecer que no cobraron un duro, y éste es el resultado». Prado también puso sobre la mesa una idea que luego sería recurrente. «Juanín fue un poco el exponente de una época en la que la lucha de la clase obrera fue clave para conseguir una democracia que ahora parece que nos la regalaron», dijo.
Carlos Gordón, uno de los coautores de la biografía, insistió en la idea asegurando que «muchos de los que estáis aquí os podéis reconocer en esta biografía, porque refleja una sociedad en la que se estaban produciendo unos cambios inimaginables». Al referirse a Juanín, señaló su capacidad «de moverse en muchos y muy diferentes escenarios, su voluntad de formarse y mejorar continuamente, porque era necesario convencer, saber de cosas que no se enseñan en ninguna escuela». Gordón no pudo obviar el aspecto de mito que ha quedado en la figura de Muñoz Zapico, «ya lo era al ser el asturiano del "Proceso 1.001", con lo que Asturias significaba en la lucha obrera». En el aspecto de «mito», también se detuvo Rubén Vega, el otro autor del texto «es evidente que hubo dos momentos que contribuyeron a generarlo: el juicio del "Proceso 1.001" y la repentina muerte de Juanín, pero también hay que reseñar que a pesar de que no queríamos escribir una hagiografía, todas las fuentes coincidían en destacar las mismas cualidades y sus zonas de sombra no aparecían por ningún lado».
Vega no quiso finalizar sin referirse a la utilidad de la obra «para explicar una época, especialmente a la gente que no conoció el franquismo: todas las veces que Juanín estuvo en la cárcel fue por actividades contempladas en la declaración de derechos humanos, por defender derechos laborales o de libertad de expresión». Finalmente, Genita, la viuda del biografiado, cerró el acto con unas emotivas palabras de agradecimiento. Juan Muñiz Zapico, natural de la localidad lenese de La Frecha, murió en accidente de tráfico en 1977, a los 35 años de edad.
Los socialistas defienden que el nombramiento del cronista del concejo esté «al margen de partidismos»
JUAN JOSÉ PULGAR, SECRETARIO GENERAL DEL PSOE DE LENA: «LA IDEOLOGÍA NO DEBE FORMAR PARTE DE LA LABOR INSTITUCIONAL DE UN CRONISTA»
Pola de Lena, Aitana Castaño
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Pulgar explicó su posición sobre esta propuesta y argumentó que «más allá de la identificación política que nos lleva a formar parte de la Corporación, en representación de los más de dos mil electores que nos refrendaron en las urnas, consideramos que hay cuestiones institucionales en la vida municipal que deben estar por encima de partidismos, máxime cuando hablamos de cuestiones que constituyen auténticos patrimonios sociales del concejo».
Juan Muñiz Zapico, «Juanín», nació en la localidad lenense de La Frecha, en 1941, y murió en un accidente de tráfico el 2 de enero de 1977, cuando dirigía el sindicato Comisiones Obreras. Juanín fue un destacado dirigente durante la transición española que estuvo varios años en la cárcel como el único asturiano del «Proceso 1.001», un juicio en el que se acusó a nueve sindicalistas de toda España de asociación ilícita.
La nueva nominación para el hotel de asociaciones tendrá que ser aprobada por el Pleno municipal de Lena y sólo después de que entre en vigor el Reglamento de Honores y Distinciones del concejo, que, en estos momentos, se encuentra en plena tramitación.