|
Entre el 10 y el 11 de mayo se celebró en el Campus de Mieres el "Seminario Internacional Movimiento Obrero y Dictaduras: España, Portugal y Brasil", organizado por el Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias. Un encuentro entre historiadores especializados en el movimiento obrero que permitió obtener una perspectiva comparada del papel desempeñado por los trabajadores y sus luchas bajo regímenes dictatoriales en relación con la conquista de derechos, la mejora de las condiciones de vida y la recuperación de las libertades.
Frente a la tradicional falta de comunicación entre la historiografía acerca del movimiento obrero de estos países, se consiguió generar un diálogo sobre cuestiones comunes, así como establecer un marco de debate e intercambio sobre el papel desempeñado por el movimiento obrero en la resistencia a las dictaduras y la transición a la democracia en la segunda mitad del siglo XX.
Entre el comité científico y organizador del encuentro estaban los historiadores asturianos Irene Díaz Martínez, Francisco Erice Sebares, Rafael Rodríguez Valdés y Rubén Vega García; entre los participantes, los académicos portugueses Fernando Rosas y Raquel Varela, ambos de la Universidad Nueva de Lisboa, y Manuel Loff, de la Universidad de Oporto.
La Fundación Juan Muñiz Zapico de CCOO de Asturias colaboró en el seminario con la presencia de Valerio Arcary, del Instituto Federal de Educación, Ciencias y Tecnología de Sao Paulo Brasil, con su conferencia "El papel del PT y el lugar de la CUT en la lucha contra el régimen militar en Brasil (1980-1984)".
Mieres del Camino, J. Vivas
La Dictadura brasileña centró ayer gran parte del seminario internacional «Movimiento obrero y dictaduras», que tuvo lugar en el edificio de investigación del campus de Mieres. Unas jornadas en las que intervino el historiador brasileño Valerio Arcary, del Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Sao Paulo, quien destacó que la transición en Brasil «imitaba los pactos de la Moncloa ocurridos en España».
El historiador, que habló sobre el papel de los partidos y sindicatos contra el régimen militar, señaló que su transición «fue intermedia entre lo ocurrido en España y Portugal. Sus procesos se tomaron como ejemplo». Los pactos de la Moncloa tenían como objetivo procurar la estabilización del proceso de transición al sistema democrático y los militares brasileños «intentaron imaginar un pacto en cámara lenta, con una transición más larga». En cuanto al motivo de su conferencia, Arcary se refirió a la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) y la Central Única de los Trabajadores (UCT). Ambas entidades «se constituyeron históricamente como instrumentos de lucha contra la dictadura». También hizo referencia el historiador al contexto económico de Brasil entre 1980 y 2004, «casi un cuarto de siglo en el que la renta per capita permaneció establece, mientras que la población y el producto interior bruto se duplicaron».
Otro de los docentes brasileños que participó en las jornadas fue Marcelo Badaró, de la Universidad Federal Fluminense. En su caso, aludió al sindicalismo brasileño en la dictadura militar entre 1950 y 1980. Badaró explicó que «la estructura sindical oficial creada en los años 30 se mantuvo casi hasta nuestros días, siendo un condicionante limitador de la actividad sindical». Aún así, explicó que, entre los 70 y 80, «tuvimos unos fuertes años de huelgas y movilizaciones de la trabajadores que llegaron a cuestionar la propia transición democrática, con una propuesta de reconducirla desde las organizaciones de los trabajadores. Aunque no consiguieron su objetivo, fue muy importante para la historia de Brasil».
Mieres del Camino, J. Vivas
«El movimiento obrero nunca estará suficientemente muerto para la dictadura, que lo veía como el gran enemigo a batir». Con estas palabras arrancó ayer el historiador de la Universidad de Oviedo Rubén Vega la conferencia «Derrotados pero no vencidos. La dictadura frente a la clase obrera». La charla, enmarcada en el seminario internacional «Movimiento obrero y dictaduras», trataba de ahondar en las formas usadas por el régimen franquista para neutralizar el sindicalismo.
La lucha contra la clase obrera se inició en plena Guerra Civil. «En 1938 se promulgó el foro del trabajo coincidiendo con la conmemoración del levantamiento militar y convirtiendo ese día en una fiesta de exaltación al trabajo», afirmaba Vega. Celebraciones que, tal y como explicaba el historiador, «eran multitudinarias, llenaban estadios de fútbol y se retransmitían en los medios de comunicación». Esa fue una de las primeras batallas contra el movimiento obrero, pero no la última. Otra fueron los sindicatos verticales, «que integraban trabajadores y empresarios bajo el partido único pero que incluso llegaron a tener financiación propia». Los sindicatos verticales se ocupaban de cuestiones como vivienda, coberturas sociales y salud. Además, tal y como señaló Vega, «tenían presencia institucional».
El historiador aludió también a personalidades del régimen como José Antonio Girón y José Solís, ambos ministros con Franco. Los dos tienen una estrecha relación con Asturias. El primero por la construcción de La Laboral de Gijón, proyectada inicialmente como orfelinato minero; mientras que el segundo fue el ministro enviado por el régimen a negociar con los mineros durante las huelgas del 62.
Otro de los ponentes en el seminario internacional fue el también historiador de la Universidad de Oviedo Francisco Erice. En su caso, Erice aludió a uno de los hechos más amargos del régimen, la represión en el movimiento obrero. El historiador aseguró que la dictadura «quería dar una imagen de una autoritarismo amable, dejando un papel menor a la represión. Una imagen totalmente falsa que coincide con un intento de rehabilitar el franquismo, cuando la represión se mantuvo hasta sus últimos días». Erice explicó que, sólo entre los años 1956 y 1963 «hubo 4.300 condenados en consejos de guerra». La represión, además, «afectaba mucho más a la clase obrera, que eran más torturables que los intelectuales». No sólo con ejecuciones y malos tratos, «también despidos, deportaciones y listas negras».
Mieres del Camino, J. Vivas
El Ayuntamiento de Mieres colocará un monolito en el pozo Nicolasa con motivo del cincuenta aniversario de las huelgas del 62. Así lo anunció el alcalde, Aníbal Vázquez, durante el acto de apertura del seminario internacional «Movimiento obrero y dictaduras», celebrado ayer en el edificio de investigación del campus de Mieres. La instalación será inaugurada el próximo día 18.
El regidor aprovechó el acto para destacar que estas huelgas «provocaron una grieta en la dictadura y obligaron al régimen a negociar con los mineros, enviando a uno de sus ministros». Un momento en el que, tal y como señaló Vázquez, «se lograron muchas conquistas y numerosos avances».
Junto al regidor, también se encontraban presentes en este acto inaugural el historiador Rubén Vega y el director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, Benjamín Gutiérrez, así como otros ponentes. Gutiérrez mostró su satisfacción por las jornadas que «es algo que parece imposible de lograr, sobre todo en los tiempos que vivimos». El seminario es, según el director de la Fundación, «fundamental de cara a la historia y sobre todo para la sociedad en un momento en el que nos están diciendo que con movilizaciones no se consigue nada».
El historiador Rubén Vega hizo referencia, al igual que el resto de ponentes, a las huelgas del 62, «que nacieron aquí en Mieres y eso siempre es de destacar». También aludió al «paralelismo» que estamos viviendo ahora con aquello que ocurrió entonces. Otra de las referencias del historiador fue la explicación del cartel de las jornadas, un urogallo del grupo «Estampa Popular», «que simboliza al movimiento obrero en la dictadura. Al urogallo que se le podía cazar cuando se delataba, como a ellos».
Mieres del Camino, C. M. Basteiro
El campus de Mieres acogerá mañana y el viernes el Seminario Internacional «Movimiento Obrero y Dictaduras». El programa incluye ponencias de historiadores de España, Portugal y Brasil y está organizado por la Universidad de Oviedo, junto al Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias, con el fin de «romper la incomunicación» de la historiografía de los movimientos obreros de los tres países, «que ha transcurrido de forma paralela, sin apenas contactos y en casi completa ignorancia de los progresos habidos en cada caso», destacan desde la organización.
Los ponentes analizarán el papel desarrollado por el movimiento obrero en la resistencia a las dictaduras y la transición a la democracia en la segunda mitad del siglo XX. El seminario comenzará mañana a las 9.30 horas en el campus de Barredo con la inauguración y la primera conferencia a cargo de Rubén Vega, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo y responsable científico del encuentro . Vega presentará la ponencia «Derrotados pero no vencidos. La dictadura contra la clase obrera».
En la primera jornada también participarán Francisco Erice, de la Universidad de Oviedo, con la ponencia «La represión contra el movimiento obrero»; Manuel Loff, de la Universidade de Porto, con «¿Una memoria de clase? Representación de la lucha obrera en la resistencia antisalazarista»; Fernando Rosas, diputado en Portugal por la coalición Bloco de Esquerda y profesor en la Universidade Nova de Lisboa, con «Huelgas y lucha sindical durante la Dictadura Militar y salazarismo. Una visión de conjunto», y por último Ramón G. Piñeiro, del Instituto de Educación Secundaria Galileo Galilei, que presentará la ponencia «Con la mano armada. Movimiento obrero y violencia política en la resistencia antifranquista.
El programa del viernes comenzará a las 10.00 horas con la conferencia «Continuidades y rupturas en el movimiento sindical brasileño: El impacto de la dictadura militar», a cargo de Marcelo Badaró, de la Universidade Federal Fluminense de Brasil, y también participarán Raquel Varela, de la Universidade Noval de Lisboa; Valerio Arcary, del Instituto Federal de Educaçao, Ciência e Tecnología de Sao Paulo, y José Antonio Pérez, de la Universidad del País Vasco. El encuentro se dará por clausurado a las 20.00 horas, después del debate y las conclusiones.
El Archivo de Fuentes Orales y la Universidad de Oviedo pretenden editar una publicación con las actas del encuentro, con el fin de «establecer un marco de debate e intercambio, así como cauces de colaboración conjunta en el futuro». La organización del evento también ha contado con la colaboración de Izquierda Unida, el Ayuntamiento de Mieres, Cajastur, la Facultad de Filosofía y Letras y la Fundación Juan Muñiz Zapico.