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PRENSA
Ruta 34
A Quemarropa, 11 de julio de 2017
Fue la última revolución obrera europea y tuvo lugar en Asturias, una región periférica y alejada de los grandes centros de poder occidentales pero que sin embargo, en aquellos días irrepetibles de octubre de 1934, atrajó sobre sí la atención de todo un mundo que contuvo la respiración mientras los mineros astures salian de las entrañas de la tierra para tratar de asaltar los cielos. Tal como explicó ayer Benjamín Gutiérrez Huerta, director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, en la actividad que cerró el programa de la Carpa del Encuentro, aquella insurrección no desmereció en nada «a la revolución rusa, a la espartaquista ni a La Comuna de París: duró quince días durante los cuales los obreros, organizados en consejos, hicieron cosas como abolir el dinero o conformar una policía y un ejército propios».
Hace ya más de ochenta años de aquellos hechos, cada vez queda menos de la gente que los vivió y a la gente joven comienzan a no decirles nada nombres como el de Aida Laluente, Belarmino Tomás y Ramón González Peña, por mas que sí sepan cantar, en bodas o fiestas de prau, ciertos versos de Pedro Garfia que musicó Víctor Manuel -«Asturias, si yo pudieran, si yo supiera cantarte...»- de los que no saben que son un homenaje a los asturianos del treinta cuatro y el treinta siete -«Dos veces, dos, has tenido...»-.
Para paliar este olvido> la Fundación Juan Muñiz Zapico y el Ayuntamiento de Oviedo han puesto en marcha una ruta turístico-pedagógica que persigue, tal como explicó Gutiérrez Huerta «llevar de nuevo a nuestras calles el recuerdo de la revolución del 34» y que ofrece a los participantes la posibilidad de recorrer con un guia, en el Oviedo actual, los lugares más emblemáticos de aquella gesta. En algunos de ellos, caso de la Catedral, la Universidad o la Casa de ]a Rúa, varios agujeros de bala siguen dando testimonio de la dureza de los enfrentamientos entre los revolucionarios y las fuerzas del orden enviadas a sofocar la insurrección.
«De la misma forma que en cualquier ciudad francesa o alemana se ofrecen itinerarios por los escenarios de la segunda guerra mundial, y la gente participa en ellos con entusiasmo, y se hacen con rigor historiográfico, nosotros hemos querido rescatar esta historia que no presentamos como de buenos y malos, porque unos intentaban asaltar los cielos y otros defendían la legalidad de La Segunda República...», explicó el director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, vinculada al sindicato Comisiones Obreras y que tiene por objetivo la recuperación y reivindicación de la memoria histórica del antifascismo asturiano y la lucha por la democracia en los años de plomo del flanquismo.
La presentzción contó con la presencia de Roberto Sánchez Ramos, Rivi, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, actualmente gobernado por un tripartito de izquierdas conformado por PSOE, Somos Oviedo e Izquierda Unida, e] partido del propio Rivi. En su discurso, Rivi sacó pecho por ese logro histórico de desalojar a la derecha del gobierno de la ciudad y por la oportunidad que ello ha prestado de hacer cosas impensables hasta 2015, como esta misma ruta que, «con valentía política, pero también con rigor histórico, ya está avudando a miles de personas a conocer su propia historia». Rivi aseguró que la participación desbordó todas las previsiones y que en alguna ocasión ha llegado a tenerse que dividir el contingente de interesados en tomar parte en la ruta en varios grupos que los paseantes de Oviedo confundían con manifestaciones. También recordó con humor las invectivas de la derecha local y particulanuente las de Ciudadanos, que acusó al tripartito de querer «repetir» el 34. Rivi respondió al concejal ciudadanista que «repetirlo no queremos, porque no tenemos fuerza pero que si pudiéramos lo haríamos». El edil proclamó asimismo que «la izquierda no tiene por qué tener miedo de] 34 ni pedir perdón por ello. Con toda la autocrítica que podamos y debamos hacer, aquella gente que bajaba a Oviedo desde las cuencas con guadañas y fusiles luchaban por las clases trabajadoras y por los más desflavorecidos, no, como el golpe de Estado del 36, por un Estado fascista».
También se presentó El cielo por asalto, un cómic que fusiona realidad y ficción para presentar un 34 surcado por superhéroes. Su dibujante, e] mierense Adrián Gutiérrez —el guionista es el sevillano Rafael Jiménez— desgranó los pormenores de la elaboración de la obra en compañía del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Mieres, Juan Antonio González Ponte, que subvencionó la publicación. «Ni la cultura ni la historia son campos neutrales sino que son campos de batalla, y las concejalias de izquierda que existen en Asturias debemos dar esa batalla», dijo el edil. Gutiérrez, a su vez, manifestó su convicción de que «en España ha habido varios intentos de crear superhérces españoles que han fracasado por intentar copiar e] modele americano. Yo soy de los que cree que aqui en España tenemos una cultura y una historia propias muy dignas de explorar y explotar».
