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Interesante jornada de debate frente a los retos a los que nos enfrentamos en la región
La Fundación Juan Muñiz Zapico organizó la pasada semana en el Campus de Mieres, una jornada de debate ante los retos a que nos enfrentamos en Asturias en las próximas décadas: Cambio energético, transición ecológica, transformación digital, desequilibrios territoriales y demográficos,…
Estamos ante lo que podemos denominar la tercera reconversión industrial, que nos dirige hacia una economía verde y sostenible y el afianzamiento de una economía digital, basada en la inteligencia artificial. Esto no puede ser óbice para que apostemos por el mantenimiento de la industria tradicional y orientemos las estrategias hacia las políticas de desarrollo industrial y territorial. Todo ello en el marco de una pandemia que intensificó todo el proceso e hizo modificar las prioridades no solamente respecto a las necesidades del sistema sino a la financiación de las mismas. Entramos, pues, en una fase decisiva para el futuro industrial de nuestra Comunidad Autónoma, en la que los fondos de recuperación económica, provenientes de la Unión Europea deberían ser fundamentales. No sabemos de qué cuantía podemos hablar para Asturias, pero es evidente que debe reflejarse en un plan, que ajuste y complemente una Estrategia Industrial propuesta por el Gobierno del Principado que no responde a la emergencia industrial que sufre Asturias. Entramos, pues, en una fase decisiva para el futuro industrial, económico y social de nuestra comunidad. Con estas jornadas pretendemos aportar a las soluciones por una Asturias donde vivir y trabajar.
El catedrático identificó en las Jornadas sobre el cambio productivo los sectores con más potencial en Asturias: agroalimentario y metalúrgico
El Principado aborda un cambio en el modelo productivo en el que la Fundación Juan Muñiz Zapico de CC OO quiso poner ayer su granito de arena. Así, llevó hasta el campus de Mieres a una serie de expertos quienes pusieron algo de luz sobre lo que pueden esperar los asturianos. Entre ellos destacó el catedrático de Economía Urbana Regional de la Universidad de Oviedo, Fernando Rubiera, quien identificó los sectores económicos con mayores potenciales. También rompió una lanza por el desarrollo de los fondos mineros que, en su opinión “no fracasaron. Estaríamos mucho peor sin ellos”. Unas palabras que también reafirmó el economista Darío Díaz, que fue otro de los ponentes en la jornada.
Rubiera hizo alusión al primer informe realizado por la Cátedra para el Análisis de la Innovación en Asturias, “que hace un análisis de la situación actual de la economía para identificar la potencialidad de los sectores para ayudar a focalizar los fondos europeos”. En sus conclusiones, el experto aseguró que la economía asturiana “está en una situación delicada porque tiene pocos sectores sólidos, siendo en su mayoría débiles, es decir, con alta especialización pero baja productividad”. Por eso, el Principado “precisa una estrategia de especialización inteligente para que esos sectores sean más sólidos”.
¿Y cuáles son los sectores con mayor potencial en Asturias? El catedrático hizo alusión al sector agroalimentario, “pero reforzado por un competitivo sector de la hostelería y el turismo”. También el metalúrgico, “en el que somos muy potentes y líderes dentro de Europa, aunque habría que vincularlo con el sector metalmecánico”. También destacó todo lo relacionado con el envejecimiento, salud, ocio y turismo, “sobre todo en las áreas urbanas”. Sobre este último aspecto, apuntó Rubiera que “el principal generador de plazas hoteleras en Oviedo es la clínica de los Fernández-Vega”.
Otro potencial asturiano es lo relacionado con los servicios de informática, ingenierías o alta tecnología. “Hay oportunidades, pero no consiguen destacar, porque cuando una empresa funciona se acaba marchando a Madrid, y es que estas actividades necesitan un entorno urbano muy potente”, explicó. En este sentido, para potenciar este sector, “hay que construir un área metropolitana en Asturias que conseguiría ser la quinta o sexta ciudad más grande de España y podría competir con Bilbao, Valencia o Zaragoza”. En cuanto a la transición energética y la digitalización, “estamos muy bien situados para recibir fondos europeos, pero ese dinero no servirá para generar demasiado empleo ni potencialidad de arrastre sobre la economía asturiana”.
El economista Darío Díaz, por su parte, aseguró que “estamos ante la tercera reconversión industrial la idea es que el cambio del modelo productivo sea el más adecuado para los trabajadores”. Esta tercera reconversión surge “cuando se cruza el cambio energético con la pandemia”. Asimismo, dio cuenta de que los fondos europeos “son la última oportunidad que vamos a tener para regenerar esta región” y apuntó a las comarcas mineras como una de las zonas que más precisan estas ayudas. Por último, el experto apoyó mantener la industria tradicional, como la siderúrgica y metalúrgica, “que siguen teniendo un potencial enorme” y demandó “más estrategias territoriales”.
Impulso
Las jornadas fueron inauguradas por el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez; el secretario general de CCOO en el Caudal, Sergio Vicente; y la directora general de Energía. Minería y Reactivación del Principado, Belarmina Díaz Aguado. Esta última aprovechó para explicar las actuaciones que la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica lleva impulsando desde el inicio de la legislatura para hacer frente a la doble transformación ecológica y tecnológica. En su opinión, “ha de abordarse necesariamente a través de la colaboración público-privada y el diálogo social”. La directora general puso como ejemplo del trabajo realizado el impulso de la primera comisión mixta promovida por una comunidad autónoma para analizar el impacto estructural de la descarbonización. También habló de las estrategias de transición energética justa y de rehabilitación energética de edificios, así como las diferentes líneas de ayudas gestionadas por su departamento.
Sindicatos, autoridades y economistas analizan el cambio del modelo productivo de la región en una jornada organizada en Mieres por la Fundación Juan Muñiz Zapico
Se analizará la oportunidad que se abre en Asturias en torno a los fondos europeos. Creemos que se tienen que invertir con sensatez en proyectos solventes que traigan empleo de calidad, atajen brechas de género y también contribuyan a la cohesión territorial». Así resumía el secretario general de CC OO de Asturias, José Manuel Zapico, los objetivos de la jornada de debate sobre el cambio de modelo productivo que organizaba en el campus universitario de Mieres la Fundación Juan Muñiz Zapico. «Asturias es agua y carbón, ahora aspiramos a una nueva oportunidad con mano de obra cualificada, un alto grado de protección medioambiental, para un futuro con una industria más moderna y más sostenible», apuntaba Zapico. No escondía el líder sindical la actual situación: «Estamos a tiempo, pero desde Comisiones Obreras somos conscientes de que Asturias se la juega con tasas de desempleo y paro juvenil muy altas».
La de ayer fue una mañana de trabajo que comenzaba fuerte tras exponer Aníbal Vázquez, alcalde de Mieres, la duda sobre el proceso de transición hacia las energías limpias. Sin poner en duda la descarbonización el regidor reconocía que se continúa exportando carbón y planteaba que «igual el ser los primeros nos está pasando una factura muy alta, con mucha pérdida de empleo. Además, la transición se podría haber hecho de otra manera. Es incomprensible que las eléctricas abandonen los territorios sin más, sin dejar en marcha otra actividad industrial», apostillaba. Más positiva fue la directora general de Energía, Minería y Reactivación, Belarmina Díaz, que recordó el trabajo que se está haciendo en colaboración con los sindicatos y remarcaba que «la transición debe ser justa con los territorios, pero sobre todo con las personas».
En este proceso de búsqueda de soluciones cobra especial importancia el amplio patrimonio diseminado por toda el área central de Asturias, y en especial en las comarcas del Nalón y del Caudal. Sobre ello habló el geógrafo y presidente de la asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de Trubia, Toño Huerta, quien dijo alto y claro que «el patrimonio industrial tiene un potencial, no sólo para usos turísticos y/o culturales. Es posible que entre de nuevo dentro del sistema productivo alojando empresas, recuperando viviendas...».
Propuesta que relaciona con la sostenibilidad. «Debemos plantearnos que es más sostenible levantar nuevos edificios de viviendas sociales o recuperar las viviendas obreras, qué es más sostenible, derribar naves industriales para levantar nuevos equipamientos o aprovechar lo que ya tenemos». Huerta apostó por volver a reintroducir en el sistema productivo gran parte de nuestro patrimonio industrial.
El economista Darío Díaz habló de que «estamos ante la tercera reconversión industrial asturiana, motivada por el cambio energético. Estamos en un momento crucial para afianzar con fondos europeos que sigamos siendo una región industrial. Es una de las últimas oportunidades que tenemos». Entre las soluciones aportadas pasa por la intervención del Estado y por qué la industria tradicional asturiana solucione el problema de la energía. Además, se destacó la importancia de que todos los proyectos que vengan de Europa tengan el cauce adecuado para ser un revulsivo para Asturias; «estamos atravesando una emergencia industrial», apostillaba.
Diversos especialistas y dirigentes sindicales se dieron cita para pensar sobre la situación generada por los cambios en el modelo productivo derivados de las políticas contra el cambio climático, los cambios tecnológicos y los programas de estímulo de la Unión Europea
El salón de actos del edificio de investigación del Campus de Mieres acogió ayer la Jornada/Seminario Cambio de modelo productivo en Asturias. La jornada, organizada por la Fundación Juan Muñiz Zapico, junto a CCOO de Asturias, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Mieres, contó con diversos especialistas y dirigentes sindicales de cara a hacer una valoración de la situación generada por los cambios en el modelo productivo que se derivan de las políticas contra el cambio climático, los cambios tecnológicos y los programas de estímulo de la Unión Europea.
El Alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez abrió el encuentro acompañado de Sergio Vicente, Secretario General de CCOO del Caudal y María Berlamina Díaz, Directora General de Energía, Minería y Reactivación de la Consejería de Industria.
Toño Huerta, presidente de la asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de Trubia, abrió el primer panel y destacó el potencial que tiene el numeroso patrimonio industrial de Asturias a la hora de potenciar actividad económica, turística y cultural. Pero añadió también que para que esto sea posible es necesario un mayor esfuerzo de las instituciones para conservarlo y darle un uso con vistas al futuro.
Begoña María Tomé-Gil, coordinadora de Energía y Cambio Climático del instituto ISTAS, presentó los resultados del estudio El potencial de las energías renovables en Asturias. En su opinión, los resultados del estudio muestran que Asturias está en una buena posición para generar miles de empleos relacionados con las energías renovables, especialmente en la fabricación de equipos y la ingeniería asociada al sector.
También planteó algunas medidas de gestión asociadas a las renovables que podrían beneficiar a muchas empresas y aumentar su resiliencia, como compartir recursos entre empresas en polígonos industriales, planes de movilidad para las áreas industriales, o las comunidades energéticas entre empresas.
En una línea más crítica, el Secretario de la Federación de Industria de CCOO de Asturias, Damián Manzano, señaló que, en su opinión “ahora mismo no hay un cambio de modelo productivo, ni en Asturias, ni en España, sigue siendo el mismo capitalismo pero bajo otras formas de generar beneficio y otras tecnologías”.
Manzano señaló tres elementos clave que, en su opinión, se deben implementar para un cambio de modelo productivo: tener un desarrollo tecnológico propio para ganar autonomía industrial y no “fabricar solo lo que otros discurren”, desarrollar y valorizar una carrera profesional vinculada a la industria potenciando la formación profesional, y poner en marcha un Plan Nacional de Energía que tenga en cuenta la industria, de cara a asegurar la viabilidad de la economía.
El Catedrático de Economía Urbana y Regional de la Universidad de Oviedo, Fernando Rubiera, se hizo cargo del tercer panel. En relación a las potencialidades estratégicas de la economía asturiana, Rubiera señaló el sector agroalimentario, la hostelería y el turismo, y el sector metalúrgico y metalmecánico como los que más potencial de desarrollo tienen en la región. Añadió también Rubiera que el sector terciario avanzado (ingenierías, informática, cálculo matemático…) también tendría un gran potencial si se dan determinadas condiciones, entre las que destacó la creación de un área metropolitana en el centro de Asturias.
Darío Díaz, economista de Comisiones Obreras, fue el encargado del cuarto panel. En opinión de Díaz, el cambio de modelo productivo es un hecho inevitable y de lo que se trata es de que su desarrollo no afecte negativamente a los trabajadores y trabajadoras.
Díaz repasó rápidamente la historia de las distintas reconversiones industriales que ha vivido Asturias, y calificó la actual como la “tercera reconversión industrial”. El economista considera que “los fondos europeos son la última oportunidad para regenera y reindustrializar esta región” y que “con todos sus fallos, sin los fondos mineros, la situación hubiese sido mucho peor”.
Tras un rato debate entre los asistentes y los ponentes, tomó la palabra el Secretario General de CCOO de Asturias, José Manuel Zapico. Tras un repaso de la actualidad asturiana y la situación derivada de la pandemia, Zapico señaló que hay que priorizar los proyectos europeos que vayan a generar empleo de calidad y oportunidades para el futuro. También que son necesarios unos presupuestos regionales expansivos “y que giren a la izquierda” y que, en su opinión, en esta legislatura se van a tomar decisiones “que marcarán la próxima década”.
En relación a la crisis energética, Zapico insistió en que “no puede haber transición justa sin contar con la clase trabajadora” y en que “no se debe tolerar que el oligopolio eléctrico intente secuestrar al gobierno”.
“Las desigualdades que genera el sistema económico que vivimos son un disolvente de la democracia y esto da alas a la extrema derecha. El Gobierno se la juega, hay que mejorar la vida de la gente trabajadora, no defraudar al electorado y cumplir con los programas electorales” sentenció Zapico para finalizar.