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Los sucesos de Octubre siguen despertando el interés académico y del público
Benjamín Gutiérrez Huerta
Está claro que los sucesos revolucionarios de aquel octubre siguen aún presentes en Asturias. Pese a la idea de algunos de verlo como algo casi en el olvido, la realidad es bien distinta. Quizás es que superado cierto marco académico, se ha reforzado el marco de la memoria colectiva. Una visión propagandística en muchos casos y desde la búsqueda del saber en otros, pero interés a fin de cuentas. Y no es que no quede por investigar históricamente mucho sobre la Revolución. Aún hay mucho material en los archivos por descubrir y poner en valor, para un mejor conocimiento de nuestra historia. Artículos, fotografías, grabaciones... que siguen reapareciendo y no sólo en Asturias, también en España y en el resto del mundo. Porque al final muchas veces se olvida la repercusión mundial de la última revolución en Europa Occidental. Y que esta Revolución no sólo se luchó en Asturias, minusvalorando a muchos enclaves obreros a lo largo de la geografía española. Principalmente en las zonas mineras del resto del Estado, la huelga general revolucionaria se intentó convertir en revolución por la vía de la dinamita.
Sucesos revolucionarios que siguen generando artículos, publicaciones y documentales con gran interés del público. Un buen ejemplo es la ruta de la Revolución de 1934 en Oviedo que cada año es realizada por un millar de personas, principalmente estudiantes. Sólo en la Noche Blanca de Oviedo de 2019 más de 500 personas han solicitado plaza para esta actividad cultural.
Sin entrar al análisis político actual, ni a la polémica que desde visiones propagandísticas se intenta buscar de la memoria histórica, la difusión del conocimiento histórico mediante rutas, actividades pedagógicas e incluso turísticas, es una realidad cultural e incluso académica. Se trata de un turismo cultural que, siguiendo el ejemplo de otros escenarios bélicos europeos, fomenta el conocimiento de nuestra historia del siglo XX.
Decenas de personas participaron con motivo de la noche blanca en una ruta guiada por los vestigios de la Revolución de octubre de 1934 existentes en la ciudad. Se realizaron dos pases a las siete y a las ocho de la tarde cuya ruta partió desde los jardines del parque del Campillín y finalizaron en el campus universitario del Milán. El recorrido incluyó una contextualización histórica y breves paradas en los puntos de mayor interés.
La Fundación Juan Muñiz Zapico organiza un recorrido a través de la historia del levantamiento en la capital de Asturias
Oviedo, Alberto Arce
En la tarde de ayer, veinticinco jóvenes alemanes de la Fundación Hans-Böckler realizaron la Ruta de la Revolución de 1934 en Oviedo. La Fundación Juan Muñiz Zapico, de Comisiones Obreras de Asturias, organiza cada agosto el recorrido, que sirve para «acercar a estos jóvenes también a su historia, a la historia de la Europa del siglo XX, a la geografía y al turismo sin otro objeto que dar a conocer la ciudad tanto a residentes como a visitantes», explicó la fundación en nota de prensa.
El recorrido histórico, un año más, formará parte de la programación de la Noche Blanca de Oviedo, que se producirá el próximo seis de octubre. Además, la ruta se llevará a cabo también durante el curso escolar para «acercar pedagógicamente la historia a cientos de estudiantes». El trayecto trata de dar a conocer los escenarios clave de la ciudad durante la Revolución obrera de 1934 -una de las últimas de Europa-, lugares como la fábrica de armas, la Corrada del Obispo, la plaza de la Catedral, el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, o la plaza de El Fontán. La iniciativa nació en 2016, tras el 80 aniversario de la insurrección política que fue liderada por el PSOE y UGT y secundada por anarquistas y comunistas de distintas zonas del Principado de Asturias.
La ruta existe gracias al trabajo realizado por un equipo interdisciplinar, que recopiló información para aglutinarla en torno a un plano de la ciudad y poder así realizar el recorrido, que está ideado como una ruta turística.
La Fundación Hans-Böckler, que lleva el nombre de un famoso sindicalista alemán que luchó contra el fascismo en pleno auge de la II Guerra Mundial y durante el período de posguerra, existe desde 1977 y, entre otras labores, ofrece becas al estudio.
La historia de Asturias tiene un hito en la llamada Revolución de 1934. Ahora, es posible conocer de primera mano recorriendo los lugares emblemáticos de la ciudad de Oviedo en los que se desarrollaron hechos trascendentales, gracias a una iniciativa de la Fundación Juan Muñiz Zapico y la Unión Comarcal de CCOO de Oviedo.
La idea de desarrollar esta ruta temática surgió en el marco del 80 aniversario de la Revolución de 1934. Fue esta una insurrección que marcó un antes y un después en la historia de Asturias y que puede ser valorada, a nuestro parecer, como la última revolución del siglo XX en Europa occidental. Tras aquel octubre habría guerras, revueltas, involuciones… pero la última vez que los trabajadores se hacen con el poder, tomando el control de los medios de producción y organizando su propio autogobierno fueron aquellos días en Asturias. La capital del Principado fue parte fundamental de la insurrección, ya que en sus calles se decidiría el futuro inmediato de la misma. Era parte de ese contexto de entreguerras y de crisis de las democracias burguesas. Se trata de un punto de inflexión del movimiento revolucionario mundial.
El proyecto buscó combinar disciplinas tales como la historia, la geografía y el turismo, para plantear una ruta que acerque a visitantes y vecinos ese episodio histórico a partir de la trama urbana persistente. La ruta se apoya en la edición de un libro y un plano al uso que permiten, desde el rigor académico, un enfoque turístico y pedagógico. Para todo ello se constituyó un equipo interdisciplinar coordinado por el director de nuestra Fundación, Benjamín Gutiérrez Huerta, el historiador Rubén García Riesgo, el geógrafo Adrián Gayo Rodríguez, la investigadora fotográfica Aroa Raposo González y en la fase final, Nerea Arias Vázquez, alumna en prácticas de la Universidad de Oviedo.
La ruta y el libro son el resultado de años de trabajo y experiencias prácticas sobre el terreno. La actividad realiza gratuitamente en la Noche Blanca de Oviedo cada mes de octubre y para grupos culturales, en especial centros de estudios a lo largo de todo el año. La Revolución de 1934 en Oviedo debe ocupar su lugar en el presente, como lo que fue en el contexto internacional, la última revolución del siglo XX.
La Fundación "Hans-Böckle", que está de visita en Asturias, conoce la sede de CC OO
Oviedo, E. F. P.
Un grupo de jóvenes alemanes, miembros de Fundación "Hans-Böckle" -histórico político y sindicalista socialdemócrata alemán- está de visita en Asturias y ayer, de la mano de la Fundación "Juan Muñiz Zapico", recorrió la ciudad siguiendo la ruta por los escenarios de la Revolución del 34. Veinticinco jóvenes participaron en la ruta y previamente, habían visitado la sede de CC OO de Asturias.
Los miembros de la Fundación "Juan Muñiz Zapico" llamaron la atención, durante su encuentro con los alemanes, sobre la conexión entre la historia de su país y la asturiana, recordando que uno de los lemas de los revolucionarios en el 34 era "Antes Viena que Berlín", en alusión a cómo los socialdemócratas austriacos habían resistido el embate de los nacionalsocialistas mientras los alemanes se habían doblegado ante Hitler. A lo largo de la ruta los jóvenes fueron descubriendo Oviedo bajo diversas perspectivas, sus aspectos históricos, geográficos y turísticos.
Jóvenes alemanes y alemanas, con beca de la Fundación Hans-Böckler, visitan la sede CCOO de Asturies y comparten experiencias con el sindicato
Oviedo, Félix Vallina
Ante todo fue un intercambio y una clase de historia, de la historia luchadora de Asturies. 25 personas jóvenes de Alemania, de la fundación bávara que lleva el nombre del histórico dirigente sindical, se reunieron ayer con la dirección del sindicato y recorrieron el Oviedo del octubre del 34, en una visita guiada por la Fundación Juan Muñiz Zapico.
La juventud alemana primero visitó la sede de CCOO de Asturies y se reunió con la dirección del sindicato en un encuentro muy participativo por ambas partes. Preguntaron por el día a día, por cómo afronta los problemas nuestra organización y las soluciones que pone, como un “sindicato a la ofensiva y pegado al tajo”.
Después los y las jóvenes alemanes, acompañados por un extenso grupo de CCOO de Asturies, en el que iban personas de la Ejecutiva hasta responsables de juventud y pensionistas, realizaron la ruta del 34. Se mostraron muy interesados en la lucha contra el fascismo asturiana de esa época pre guerras, civil española y mundial.
La Fundación Juan Muñiz Zapico presenta una guía sobre los escenarios del conflicto
Oviedo, Félix Vallina
El salón de actos del Museo Arqueológico de Asturias acogió ayer la presentación del libro "Ruta de la Revolución de 1934 en Oviedo", un trabajo impulsado por la Fundación Juan Muñiz Zapico -en colaboración con el sindicato Comisiones Obreras, la Fundación Municipal de Cultura y la Universidad- "que pretende ser una aportación pedagógica y turística para la ciudad, sus habitantes y visitantes, trasladando el conocimiento académico a las calles a través de los restos de aquella contienda aún visibles en Oviedo". Es decir, "una guía" para recorrer los escenarios de un conflicto "que convirtió a nuestra ciudad en un referente de la lucha obrera a nivel internacional", aseguró el alcalde, el socialista Wenceslao López, que ayer tomó parte activa en la presentación del libro.
"Este proyecto (por el libro) fue denostado por algunos sectores de esta ciudad, pero debemos sentirnos orgullosos de toda nuestra historia y por eso desde el Ayuntamiento estamos trabajando para recuperar un patrimonio intangible hacia el que nunca se había mirado", dijo el regidor. En su opinión, "la ruta de la Revolución de 1934 nos enseña a visualizar lo que hemos sido sin complejos", subraya López.
El alcalde de Oviedo también hizo especial hincapié en la importancia que tiene la guía y las rutas que ya se están realizando en Oviedo por los escenarios de la revolución desde el punto de vista turístico. "No es nuevo que un escenario de grandes contiendas o episodios históricos destacables se conviertan en un reclamo turístico de primer orden en otras ciudades europeas", señaló Wenceslao López. El Alcalde puso como ejemplo la última Noche Blanca para destacar "el tirón" de la ruta. "Hubo más de 500 personas que hicieron la ruta el pasado fin de semana dentro de las actividades del programa cultural, por algo será", afirmó.
Durante el acto de presentación, al que asistió un nutrido grupo de personas, también tomaron la palabra algunos de los autores del libro, elaborado por Adrián Gayo, Aroa Raposo, Benjamín Gutiérrez, Nerea Arias y Rubén García. "Ha sido todo un reto sacar la historia a la calle, sobre todo teniendo en cuenta que al principio nos encontramos algunas trabas, pero nos parece que ha merecido la pena porque una parte muy importante de la historia contemporánea de Oviedo estaba cayendo en el olvido, un olvido que podría haber sido buscado con intencionalidad por parte de algunos", sentenció Adrián Gayo.
La Fundación Muñiz Zapico edita una guía del acontecimiento político en Oviedo con mapas, fotos, cronología y prólogo del alcalde
Oviedo, Daniel Lumbreras
La Fundación Juan Muñiz Zapico presentó ayer la versión en libro de su ruta de la Revolución del 34, elaborado por todos sus colaboradores, que destaca por sus ilustrativas fotografías de época del conflicto, tanto terrestres como aéreas. Por ejemplo, explica el director de la entidad, Benjamín Gutiérrez, en una de ellas, que muestra en primer término el cuartel de Pelayo, se aprecian unas marcas para la aviación que dicen: 'SOS víveres'.
Al acto de presentación acudió el prologuista de la obra, el alcalde, Wenceslao López. El regidor destacó «un episodio clave en la historia de Oviedo que debemos conocer y transmitir a la siguiente generación», además de un «camino cultural olvidado de interés económico para el municipio».
Sobre la marcha de la comisión para la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica que preside, parafraseó a José María Aznar: «Estamos en ello, trabajando».
Por su parte, Rubén García, coautor de la obra, señaló que el objetivo era «rescatar la Historia en mayúsculas que iba cayendo en un olvido nada inocente». En su opinión, el rechazo de algunos sectores ovetenses sirvió de «acicate» y dio una enorme publicidad a la ruta.
En el volumen, editado por KRK, hay una introducción histórica y geográfica, una cronología, el itinerario con mapas de la ruta en sí, fichas de los protagonistas e imágenes de la Revolución, junto con el relato de los sucesos.
La obra, apoyada por el sindicato CC OO -cuya secretaria comarcal de Oviedo, Ana María Alonso, se encontraba presente-, la Consejería de Cultura e IU Oviedo -representada por su portavoz, Cristina Pontón-, está firmada por un equipo de historiadores y geógrafos: Nerea Arias, Rubén García Riesgo, Adrián Gayo, Benjamín Gutiérrez y Aroa Raposo.
Según Gutiérrez, la ruta, que cumple dos años, está teniendo una acogida inesperada. Tanto, que hoy la repetirán para quienes no pudieron disfrutarla la Noche Blanca, cuando los 500 inscritos desbordaron sus previsiones. «Está más pulido, ya es la ruta definitiva», comentó el historiador.
El interés turístico por los restos de la Revolución se remonta a apenas dos días después del cese de las hostilidades, cuando se vendían postales de la ciudad mártir. Ahora la Fundación quiere mostrar la historia en su lugar a los escolares: «El resto del año hacemos la ruta con carácter pedagógico para los institutos, no somos guías turísticos. No recibimos subvenciones, pero las solicitamos para el libro», añadió Gutiérrez.
Oviedo, Joaquín del Río
Oviedo acogerá esta semana varias rutas turísticas que exhiben la Revolución del 34, un acontecimiento histórico que situó la capital asturiana en portada de la actualidad mundial hace menos de un siglo y del que poca gente tiene las ideas claras por la inmediatez de la Guerra Civil y el posterior régimen de Francisco Franco.
No es la primera vez que se hace este recorrido turístico, pero sí es la primera ocasión en que se edita material histórico oficial para documentarlo. Y gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Oviedo y la Fundación Juan Muñiz Zapico de Comisiones Obreras.
La Revolución de Asturias de 1934 o Revolución de Asturias fue una insurrección obrera ocurrida en el mes de octubre de 1934 que formaba parte de la huelga general revolucionaria y el movimiento armado organizado por los socialistas en toda España conocido con el nombre de Revolución de Octubre de 1934 y que sólo arraigó en Asturias, debido fundamentalmente a que allí la anarquista CNT se integró de forma efectiva en la Alianza Obrera propuesta por los socialistas de la UGT y el PSOE, a diferencia de lo sucedido en el resto de España.
La Comuna Asturiana
De ahí que la forma de organización social y política de la Comuna Asturiana —nombre con el que también se conoce a la Revolución de Asturias, por sus similitudes con la Comuna de París de 1871— fuera la instauración de un régimen socialista en las localidades donde predominaban los socialistas (o los comunistas), como Mieres, donde se proclamó la República Socialista, o como Sama de Langreo; o comunista libertario donde predominaran los anarcosindicalistas de la CNT, como en Gijón y sobre todo en La Felguera.
Fue duramente reprimida por el gobierno radical-cedista de Alejandro Lerroux, contra el que se había lanzado la insurrección por haber dado entrada en el gobierno a tres ministros del partido no republicano CEDA, recurriendo, por decisión del general Franco que dirigió las operaciones militares desde Madrid, a las tropas coloniales marroquíes —los regulares del Ejército de África— y a la Legión procedentes del Marruecos español.
A pesar de ser derrotada, la Revolución de Asturias se convirtió en casi un mito para la izquierda obrera española y europea, a la altura de la Comuna de París o el Sóviet de Petrogrado de 1917, ya que fue la última revolución social de Occidente.
Datos inciertos
Aquel alzamiento popular dejó heridas en muchas ciudades de España, pero en Oviedo la cosa fue más seria porque los mineros disponían de abundante dinamita –por su trabajo– y así la capital resultó arrasada. El jefe de la represión fue Francisco Franco como asesor del Ministro de la Guerra (que años después se convertiría en dictador) y conocía bien la región porque había vivido en ella en 1917 (cuando conoció a su luego esposa, Carmen Polo, una chica de clase alta cuya familia despreciaba al militar gallego, que por entonces era sólo comandante).
En la capital asturiana lucharon en 1934 miles de militares contra miles de obreros cuyas cifras son difíciles de cuantificar, pero lo que es seguro es que había abundante munición en ambos mandos; pero los acontecimientos quedaron ocultos bajo la propaganda del Franquismo y aún mucha gente que aquellos tiroteos se produjeron durante la Guerra Civil.
Con las visitas turísticas de este fin de semana muchos asturianos descubrirán que el incendio del teatro Campoamor (donde se entregan ahora los Premios Princesa de Asturias) del que siempre oyeron no hablar no fue obra de la izquierda durante la contienda, sino de la derecha durante la Revolución. Detrás del coliseo estaba el cuartel de Santa Clara, donde residía el Ejército y el coliseo se quemó por razones defensivas.
La visita turística se realiza a pie y dura una hora durante la Noche Blanca de Oviedo el 7 y 8 de octubre. Para hacerla, es necesario preinscribirse en la Fundación Juan Muñiz Zapico (www.fundacionjuanmunizzapico.org), cuyo director ha explicado a 'Público.es' por qué se han decidido a organizarla. Dice Benjamín Gutiérrez: "No negamos que aún hoy, ochenta después, la Revolución del 34 genera tensiones; pero debemos aprovechar que en aquel momento Oviedo estaba en boca de todo el mundo para generar un turismo similar al que se produce en Europa con las localizaciones de las guerras mundiales".
El próximo 14 de octubre se presentara el libro sobre la Ruta de la Revolución de Octubre de 1934 en Oviedo en el salón de actos del Museo Arqueológico de la ciudad.
El tripartito en pleno acude al recorrido de la Fundación Juan Muñiz Zapico, que la oposición critica por "sectario"
Jorge Otero
La Revolución de Octubre de 1934 tomó de nuevo las calles de Oviedo en la tarde ayer. Pero no regresó a través de los fusiles y las bombas, sino de las palabras de Benjamín Gutiérrez Huerta, director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, que ofreció una ruta turística por la ciudad, diseñada a partir de los hechos acaecidos en el proceso revolucionario ocurrido durante la Segunda República. Había una treintena de personas, a los que se sumaron El alcalde, Wenceslao López (PSOE), la primera teniente de alcalde Ana Taboada (Somos), el concejal de Cultura Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", (IU) y otros ediles como la Isabel Bermejo (Somos), Diego Valiño (PSOE) e Iván Álvarez (IU). Apoyo rotundo del tripartito a una iniciativa que, en su momento, generó el rechazo del PP por "sectaria" y tampoco convenció a Ciudadanos. No acudieron ni los unos, ni los otros.
La ruta surgió en 2014 con el 80 aniversario de la revolución y regresará a la "Noche Blanca" los días 7 y 8 de octubre. La novedad es una guía elaborada por la fundación, con apoyo municipal, que recoge fotografías y documentos de lo vivido aquellos días en la capital asturiana, y que prevén publicar para esas fechas. Según Benjamín Gutiérrez, la ruta tiene como objetivo acercar la historia de este conflicto a los turistas y a los propios ovetenses, "como se hace en otras ciudades europeas como Berlín o París con la Segunda Guerra Mundial".
De esta manera, a través de un recorrido que empieza por el Antiguo, pasando por puntos como el Ayuntamiento, la Catedral y el Campoamor, y que acaba en el Campus de El Milán, (antiguo Cuartel de Pelayo), los asistentes tendrán la oportunidad de profundizar en este episodio histórico, considerado como la última revolución obrera de la Europa occidental. "Es probablemente el acontecimiento que mayor repercusión tuvo en la historia de Oviedo en el siglo XX", afirma Benjamín Gutiérrez. El director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, asegura que se trata de una "vía turística y cultural" que la ciudad puede aprovechar, por los "muchos vestigios" de la revolución que aún quedan en la ciudad. "Muchos guías turísticos están empezando a incluir datos sobre octubre del 34 en sus explicaciones, es algo que sorprende a la gente", comenta.
Mediante anécdotas de ambos bandos y un resumen de la sucesión de los combates, Gutiérrez sumerge al público en el fragor de los sucesos revolucionarios. "Queremos desmitificar la propaganda, contamos la historia objetiva", señala.
El Ayuntamiento y la Fundación Juan Muñiz Zapico editarán un libro-guía para completar la información sobre esta ruta
El alcalde y parte del equipo de gobierno realizan el recorrido por los lugares de la ciudad donde «se dio la batalla por la Revolución»
V.M.
«Oviedo, como centro político, fue parte fundamental de la Revolución, ya que en sus calles se daría la batalla por el futuro de la misma» y aunque después «habría guerras, revueltas, involuciones... La última vez que la clase obrera se hizo con el poder, tomando el control de los medios de producción y organizando su propio autogobierno obrero, fue durante los breves días de la Comuna Asturiana».
Estas son parte de las palabras que recoge el folleto informativo de la 'Ruta de la Revolución' de 1934 en Oviedo, editado por la Fundación Juan Muñiz Zapico y Comisiones Obreras de Asturias, con la colaboración del Ayuntamiento. Ayer, el alcalde, Wenceslao López,la vicealcaldesa, Ana Taboada, y varios integrantes del equipo de gobierno municipal realizaron esa ruta, organizada también por la Fundación Muñiz Zapico, desde la calle Magdalena hasta el Campus del Milán, para conocer de primera mano «unos hechos que son parte de la historia e imagen de la ciudad y parte de su presente». Son numerosos los edificios ovetenses que tuvieron un papel fundamental en aquel momento y se convirtieron en enclaves imprescindibles, tanto para los revolucionarios como para el ejército.
Así, el recorrido incluye el Ayuntamiento, donde se estableció el cuartel revolucionario, la zona de la Universidad y edificios de la calle Argüelles y la plaza de Porlier, la plaza de la Escandalera, donde se instalaron varios puestos de ametralladoras, la Estación del Norte y la cárcel modelo, el cuartel de Santa Clara, que se encontraba donde hoy están las dependencias de Hacienda, detrás del Campoamor, la zona del Gobierno Civil y la Torre de la Catedral, cuyo perímetro defensivo lo formaban el convento de las Pelayas y las calles Argüelles, Jovellanos, Gascona y Águila, y la fábrica de armas de La Vega, para finalizar en el cuartel de Pelayo, actual Campus del Milán y antiguamente un seminario, que albergaba en 1934 el Regimiento número 3 de Infantería.
En 2014, con motivo del 80 aniversario de la Revolución, la Fundación Muñiz Zapico recopiló toda esta información en torno a un plano de la ciudad con el objetivo de poder hacer el recorrido como ruta turística. Ahora, con la próxima edición de un libro-guía realizado con la colaboración del Ayuntamiento y la 'presentación oficial' realizada ayer, se da un paso más en este proyecto «nacido con el objetivo de combinar historia, geografía y turismo» por toda la ciudad.
Un grupo de 25 jóvenes alemanes, becados por la Fundación Hans-Böckler, visita la sede del sindicato y recorre los escenarios de la Revolución de Octubre
V.M.
Querían saber más de la historia de CCOO y de la situación de la juventud asturiana y para ello se reunieron con Adrián Redondo y Benjamín Gutiérrez Huerta. El director de la Fundación Juan Muñiz Zapico les explicó luego, en un recorrido histórico por los lugares más señalados, qué ocurrió en Oviedo durante los días que duró la Revolución de Octubre de 1934.
El recorrido se inició a las 18:00 en uno de los lugares que registraron los primeros combates, en la confluencia de las calles Marqués de Gastañaga y Magdalena, a pocos metros del Ayuntamiento que los revolucionarios no tardarían en tomar. Aquellos revolucionarios “no eran militares, sino trabajadores que provenían de un mismo pueblo, de la misma fábrica o del mismo sindicato”, explicó el director de la Fundación.
Benjamín Gutiérrez Huerta recordó en ese enclave que la huelga general revolucionaria se había declarado el 4 de octubre en todo el país. En Oviedo la sublevación se produce un día después, “cuando llegan los mineros con la dinamita”. Por entonces hay en Asturias 50.000 mineros y metalúrgicos y 70.000 trabajadores afiliados a los sindicatos.
En la plaza del Ayuntamiento el también historiador Rubén García Riesgo explicó que aquí se estableció el cuartel general de los revolucionarios. En el edificio consistorial encerraban a los prisioneros. Desde aquí proclamaron el comunismo revolucionario y abolieron el dinero. “Cada día se decidía en asamblea qué atacar y que no”.
Frente a la Junta General del Principado, entonces sede del Banco de España, el director de la Fundación Juan Muñiz Zapico explicó las escaramuzas que se produjeron en el parque de San Francisco y la calle Uría y relató episodios verdaderamente heroicos. Entre los revolucionarios, “como no había armas para todos, el primero llevaba el fusil y cuando éste caía lo cogía el siguiente”.
El grupo se detuvo luego frente al Teatro Campoamor y el actual edificio de Hacienda (entonces cuartel de Santa Clara). Aquí, los dos historiadores rememoraron los sucesos y explicaron cómo los militares acusarían después a los revolucionarios de un acto que ellos mismos habían cometido: el incendio del teatro.
Otro episodio tergiversado por la propaganda se refiere al incendio de la Universidad, comentaron delante del edificio histórico de la institución. El suceso fue atribuido inicialmente a los revolucionarios, una tesis asumida entonces hasta por el propio rector, cuando cada vez más investigaciones sugieren que se produjo a raíz del impacto de una bomba arrojada por la aviación militar. En la universidad, que habían tomado sin resistencia, los mineros tenían almacenada gasolina y dinamita.
Menos dudas se ciernen sobre el episodio de la catedral. Un grupo de guardias se había encaramado a la torre y disparaba “también a la población civil”. Varios rebeldes, después de que el comité revolucionario descartara volar la torre, dinamitan la Cámara Santa.
La revolución había fracasado en el resto del país. La aviación sobrevolaba Oviedo arrojando propaganda que llamaba a la rendición… pero “luego empezaron a bombardear y ametrallar, indiscriminadamente”. Mataron incluso “a gente que hacía la cola por el pan”. Los revolucionarios no podían enfrentarse a los bombardeos.
Los historiadores explicaron luego los últimos días de la revolución, la utilización de civiles como escudos humanos por ambos bandos, el trato protector de los sublevados con las monjas pelayas y los 40 sacerdotes asesinados “por haber disparado o portar armas”.
Diezmadas las fuerzas rebeldes, desmoralizadas tras conseguir 20.000 armas de las que “el ejército se había llevado la munición”, en franca inferioridad, era cuestión de tiempo. “Se negocia la rendición”. En quince días habían muerto en torno a 2.000 personas, la mayoría en Oviedo: 1.500 son revolucionarios, 300 miembros del ejército y la policía, 200 son civiles.
Quizá no tan sorprendentemente, en las elecciones de 1936 Oviedo votó al Frente Popular.
La Fundación Juan Muñiz Zapico ofrecerá formación a los guías turísticos para que incorporen la ruta a la oferta de la ciudad
Marta Pérez
La ruta turística por el Oviedo revolucionario de 1934 regresa para quedarse. Así lo anunció ayer uno de sus ideólogos, el presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico y también historiador, Benjamín Gutiérrez Huerta. En los próximos días, el colectivo se reunirá con miembros de la Asociación de Guías Turísticos del Principado para ofrecerles el itinerario y asesoramiento para desarrollarlo e incorporarlo a la oferta turística de la capital asturiana. "Ahora mismo se está explicando la ciudad sin mencionar los acontecimientos históricos. París, Normandía, Berlín... toda Europa está llena de placas que explican lo que pasó. El otro día se me cayó el alma a los pies cuando un chaval de un instituto de las Cuencas me dijo que no tenía ni idea de lo que era la Revolución de Octubre del 34, y probablemente su abuelo haya luchado en ella...", manifestó Gutiérrez.
El presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico realizó ayer este anuncio mientras hacía de guía en esta ruta, que decidieron repetir tras el éxito de la Noche Blanca, cuando muchas personas interesadas en esta actividad quedaron fuera ante la gran afluencia de público. Una demanda que tampoco defraudó ayer, con más de un centenar de personas participando en la ruta, que tuvieron que dividir en dos grupos.
El itinerario partió a las doce del mediodía de la plaza del Fontán e hizo un alto en el Ayuntamiento para explicar los primeros días del acontecimiento histórico. "La Revolución estalló el día 4 de octubre y dos días después, el 6, comenzaba el asalto revolucionario a la ciudad. No todos los revolucionarios eran mineros de las Cuencas, una parte importante son vecinos de Oviedo que se unen, como el soviet de La Argañosa. Los burgueses se escondían en los sótanos de las casas, pero también sus criados. Mi abuela era criada en Oviedo y mi abuelo revolucionario", explicó Gutiérrez, antes de avanzar en dirección a la calle Uría y explicar que cuando un edificio es nuevo en esta zona, es porque algo le pasó al anterior. El 10 de octubre de 1934 ardieron en Oviedo el convento de San Pelayo, el Campoamor, la Audiencia y el edificio del diario "Avance". Al día siguiente se produjo la voladura de la Cámara Santa. "Ahora entramos en el juego de la propaganda, quién quemo qué. Se decidió culpar a los revolucionarios de quemar el Campoamor igual que en Alemania los nazis echaron la culpa a los comunistas de quemar el Reichstag. No está claro quien quemó la Universidad; hay una teoría nueva de David Ruiz que dice que dentro acumulaban dinamita y gasolina y que hubo un bombardeo y una explosión. Quieren traer expertos en explosivos para analizarlo", indicó Gutiérrez.
Sobre la Cámara Santa, al presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico le molesta que cuando se muestra a los visitantes se omita que es una reconstrucción. "Fue volada y destruida en su totalidad y ochenta años después no lo dicen. El hollín es de los cirios, pero también de la dinamita", manifestó.
La considerada última revolución del siglo XX en Europa fracasó. Las tropas del general Ochoa tardaron del día 11 al 14 en llegar al Ayuntamiento desde el cuartel de Pelayo, lo que da una idea de la fortaleza de los obreros. "Vamos a morir a Oviedo, también se muere en la mina...", era lo que decían, según apuntó Benjamín Gutiérrez, que terminó la charla con un recuerdo a los mártires de Villafría.
La Fundación Juan Muñiz Zapico había creado esta ruta el año pasado, con motivo del 80.º aniversario de la Revolución de Octubre de 1934. Este año propusieron al nuevo concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, la posibilidad de incluirla en las actividades de la Noche Blanca. La iniciativa no estuvo exenta de la polémica y fue muy criticada, sobre todo desde el PP. El exalcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo acusó a Sánchez Ramos de pretender cargarse la marca de la "Noche Blanca", con una actividad que calificó de "sectaria".
La Fundación Juan Muñiz Zapico no alberga dudas y organiza una nueva edición de la Ruta de Octubre del 34
Juan M. Arribas
¿Fue la Revolución de Octubre del 34 el acontecimiento de mayor relevancia mundial de la historia de Oviedo? La Fundación Juan Muñiz Zapico no tiene la menor duda y ha organizado para mañana una nueva edición de la ruta de Octubre del 34. El itinerario, de dos horas de duración, atravesará los escenarios más importantes de la Revolución de Octubre. Desde la plaza del Fontán a las Pelayas, de la calle Uría al Cuartel de Santa Clara, de la torre de la Catedral, la Cárcel Modelo o el perímetro del Cuartel de Pelayo. Dos semanas que dejaron huella en Oviedo.
“Esta Revolución marcó un hito en la historia de Asturias y puede ser valorada como la última revolución del siglo XX en Europa”, afirma la Fundación. “Tras el 34 habría guerras, revueltas, involuciones... pero la última vez que la clase obrera se hizo con el poder, tomando el control de los medios de producción y organizando su propio autogobierno fue durante los breves días de la Comuna Asturiana. Oviedo, como centro político, fue parte fundamental de la revolución. En sus calles se daría la batalla por el futuro”.
El proyecto ha sido elaborado por un equipo interdisciplinar formado por el historiador Rubén García Riesgo, el geógrafo Adrián Gayo Rodríguez y la profesora Sandra Martínez Salvador, bajo la dirección de la Fundación Juan Muñiz Zapico y la colaboración de CCOO de Oviedo e IU de Oviedo. “Se trata del momento en toda la historia de Oviedo, sin duda, en el que la ciudad tuvo una mayor repercusión informativa. No era algo aislado, de ahí también su importancia y relevancia universal, el mundo sabía y hablaba de lo aquí sucedía”, sostienen.
Escenarios
Los escenarios de aquellos combates y la historia se desarrollan a través de una ruta que desde un formato turístico acerca a los vecinos y visitantes de Oviedo, los escenarios y la relevancia histórica de la considerada como la última revolución en Europa Occidental. “Posiblemente el acontecimiento de mayor relevancia mundial en la historia de la ciudad”.
La ruta profundiza en el perímetro de Cuartel de Pelayo, el actual campus del Milán, que era antiguamente un seminario que en 1934 albergaba el Regimiento nº 3 de Infantería y la Fábrica de Armas de la Vega. También en la Plaza de la Escandalera y en la calle Uría. Allí había puestos de ametralladoras en los números 12, 18, 22 y 26 y en el 13, el edificio conocido como la Casa Blanca. Y hace parada en el ayuntamiento, que fue un punto clave del avance revolucionario, donde se estableció el Comité Revolucionario y también en la torre de la Catedral. Hay que recordar que el perímetro defensivo lo formaban el convento de las Pelayas, así como las calles Argüelles y Jovellanos, Gascona y Águila. La ruta comenzará a las 12 de la mañana con salida desde la plaza del Fontán.
La visita guiada por los escenarios de Octubre de 1934 desborda las previsiones y reúne a centenares de personas en el itinerario por varios puntos de la ciudad
Oviedo, Miguel L. Serrano
Que los organizadores de la ruta por los escenarios de la Revolución de Octubre del 1934 no se esperaban tal cantidad de gente se pudo ver muy pronto en la plaza del Fontán, de donde partía el recorrido. Más bien, se pudo (no) oír. El megáfono blanco y rojo que habían llevado para la ocasión delataba su pronóstico fallido: estaba pensado para un grupo de 30 personas, no para más de cien, como finalmente fue.
En realidad, el éxito de participación de la visita, que congregó a centenares de personas en el itinerario por varios puntos de la ciudad, obligó a hacer tres grupos, y no dos como estaba previsto. Y obligó también a Benjamín Gutiérrez, director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, uno de los encargados de diseñarla, a subirse a bancos, farolas y bordillos, y a llevar al límite a su garganta (descartado el megáfono) para explicar las historias que la Revolución del 34, de la que hoy se cumplen 81 años, dejó en la capital. El edificio actual de Hacienda, antiguo cuartel de Santa Clara, los puestos de ametralladoras en la calle Uría y la plaza de la Escandalera, la Estación del Norte, las Pelayas... Un recorrido de una hora y media de duración que el tripartito (Somos, PSOE e IU) se ha encargado de incorporar a la oferta turística de la ciudad para todo el año, como adelantó en la edición de ayer este periódico. De hecho, los trípticos informativos sobre la actividad, que se repartieron ayer antes de la visita, ya están disponibles en la Oficina de Turismo.
"La ruta es imprescindible porque hay gente que no sabe nada de esto" COVADONGA BADIOLA |
"La visita es necesaria porque el pasado es el que es y no tiene ideologías" ALEJANDRO FANJUL |
"Todo lo que suponga dar información objetiva sobre la historia es un acierto" CARMEN MARÍA CATALÁN |
La ruta tuvo muy buena acogida entre los asistentes. Estaba Roberto Sánchez Ramos (IU), Isabel González (Somos) y Diego Valiño (PSOE) para representar al tripartito. Y estaban también centenas de personas que, en procesión, acompañaron a los tres guías, historiadores de la Universidad de Oviedo. Por ejemplo Covadonga Badiola, 19 años, estudiante de Historia en la Universidad. "La ruta es imprescindible porque hay mucha gente que no sabe nada de esto", aseguraba ayer en la plaza de la Escandalera. A su lado, escuchaba como podía las explicaciones del historiador Carmen María Catalán, 62 años. Estaba encantada: "Todo lo que suponga dar información objetiva sobre la historia es un acierto", decía.
Información objetiva. A partir de este concepto defienden los impulsores de la ruta una actividad que ha generado polémica en el Ayuntamiento. Los grupos del tripartito la defienden porque sostienen que "es historia que se estudia en las facultades" y que, alejada de la propaganda, es necesaria que la ciudadanía la sepa. Y la oposición, PP y Ciudadanos, creen que no, que no tiene cabida como acto cultural y que "la sangre no tiene valor turístico".
Luis Pacho, concejal de Ciudadanos, se cruzó ayer a uno de los grupos durante el recorrido. "Ya dejamos clara nuestra postura. Creemos que esta ruta no tienen nada que ver con la cultura", aseguró a este diario en plena calle, frente al teatro Campoamor.
Fue uno de los discrepantes de un acto que tuvo casi todo a favor menos lo principal: el sonido. La ruta se realizó por primera vez el año pasado. "Fue una prueba. Ensayo, error", dijo uno de los organizadores, que tendrá que ser previsor para el próximo domingo, que hay prevista otra salida. De momento, el recorrido gustó a asistentes como Alejandro Fanjul: "La visita es necesaria porque el pasado es el que es y no tiene ideologías", resumió.
El tripartito estudia incorporar a guías expertos para "profesionalizar" las visitas.
La Oficina de Turismo ofrece desde hoy folletos informativos.
Oviedo, M. L. Serrano
La ruta histórica por los escenarios del Oviedo revolucionario, que recorre los lugares que tuvieron protagonismo durante la Revolución de octubre de 1934, se incorporará de forma permanente a la oferta turística de la ciudad. El tripartito (Somos, PSOE e IU) estudia incorporar a guías expertos para "profesionalizar" las visitas. Estos guías sustituirían a los tres historiadores de la Universidad de Oviedo que se encargan actualmente de dirigir la visita guiada. La Oficina de Turismo ofrecerá desde hoy mismo tríptidos con información detallada sobre una actividad que ha generado recientemente polémica entre los grupos que conforman el Ayuntamiento.
La ruta del 34, ideada por la Fundación Juan Muñiz Zapico, vinculada al sindicato Comisiones Obreras, es la principal novedad de la tercera edición de la Noche Blanca que se celebra hoy en la ciudad. La intención del gobierno local es lanzarla para que se convierta en otro elemento turístico más del municipio. La concejalía de Cultura (IU) y la de Turismo (Somos) apoyan un itinerario que respalda también el PSOE, pero que encuentra un fuerte rechazo en el PP. Los populares consideran que esta visita no tiene "valor turístico" porque está sembrada de "sangre inocente y destrucción".
"Explicándolo todo desde el punto de vista histórico, excluyendo la propaganda, es algo bueno para la ciudad. Si los niños pueden estudiar en clase la Revolución del 34, ¿por qué no en la calle?", señala Benjamín Gutiérrez, director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, encargado del diseño de un itinerario de aproximadamente hora y media de duración. Gutiérrez pone de ejemplo a otros lugares de Europa, "como París o Berlín", donde "es normal combinar", dice, el turismo con la memoria histórica, un área que en el Ayuntamiento de Oviedo depende del alcalde, Wenceslao López (PSOE).
La visita guiada comenzará esta tarde a las 19.00 horas y servirá también para conmemorar el 81º aniversario de la Revolución del 34, que se cumplirá mañana. El recorrido será muy similar al que ya realizó la Fundación Juan Muñiz Zapico en octubre del año pasado con el objetivo -según explicaron- de recuperar la memoria del 34 "lejos del fanatismo". La ruta partió del Milán, entonces cuartel de Pelayo, donde los mandos del Ejército republicano decidieron acuartelar a los soldados, que permanecieron durante todos los enfrentamientos encerrados, por temor a que se unieran a los revolucionarios.
Los revolucionarios, tras alzar a las cuencas mineras, llevaban días en el Naranco y bajaron a la ciudad cuando columnas de mineros entraron en oviedo por El Campillín, y tomaron el Ayuntamiento, donde establecieron su cuartel general, otros dos escenarios previstos en la ruta. En el centro de la ciudad, los revolucionarios también tomaron la Estación del Norte, el edificio del Termómetro, entonces el hotel Inglés, y el del Banco de España, hoy la Junta General. Otro de los episodios más notables de aquellos días tuvo como escenario la Catedral de Oviedo.
Un grupo de guardias de asalto se atrincheró en la torre de la Catedral, desde donde disparan a los sublevados. Los mineros dinamitaron la Cámara Santa y la lucha se libró en las naves del templo. El ejército decidió entonces quemar el teatro Campoamor para evitar un asalto al cuartel de Buenavista.
"La oferta turística de la ciudad ganará con la incorporación de esta ruta, un recorrido histórico que todos los ovetenses y turistas deben conocer", explicó ayer el segundo teniente de alcalde, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi". "Se trata de un recorrido amplio por las calles de Oviedo y por los edificios que guardan historia. Son muchas las fachadas en las que todavía se pueden apreciar los agujeros de las balas", indicó el también concejal de Cultura, que espera una "gran aceptación" de la iniciativa.
El itinerario empezó a ofrecerse el año pasado siempre con la mediación de la Fundación. Desde entonces ha tenido un "éxito razonable", según explica Benjamín Gutiérrez, que añade que tiene mucho tirón entre distintos grupos de estudiantes extranjeros, en particular de Alemania o EE.UU. "Son temas históricos. La Revolución de 1934 apareció en su época en los medios internacionales. En ese momento se sabía que en España había una revolución y esa revolución era en Oviedo", añade.
Las críticas del PP a la inclusión de esta actividad en la Noche Blanca, para la que Cultura ha destinado este año un total de 130.000 euros, fueron contestadas en su día por el PSOE, partidario de esta iniciativa. El concejal Diego Valiño acusó a los populares de proclamar un "apocalipsis" injustificado y de intentar sembrar división en el seno del tripartito.
"No es un acto de reivindicación, es un acto de historia", dice el impulsor del recorrido
"La ruta que planteamos no es un acto de reivindicación, es un acto de historia". Así defiende Benjamín Gutiérrez, director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, el recorrido del que él es impulsor. Gutiérrez cuenta que la clave está en "explicar las cosas desde el punto de vista de la historia" y defiende el derecho de conocer lo que sucedió en el pasado de la ciudad. "La gente puede estar atravesando Oviedo y no haber visto las marcas de las balas que todavía perduran en algunos edificios", dice Gutiérrez. El director de la Fundación Juan Muñiz Zapico cree que la controversia política en torno al recorrido se da porque "se sigue asumiendo la propaganda" al hablar de aquel episodio y rechaza la afirmación de que no se puede mezclar historia y cultura. "¿Se puede hablar de Lorca y no contar por qué mataron a Lorca?", se pregunta, y agrega: "No hay asturiano que al acabar una boda no cante el "Asturias" de Víctor Manuel y es un tema que habla de aquella época. Y nadie plantea que se deje de cantar. Es parte de nuestra cultura", finaliza.
La Fundación Juan Muñiz Zapico mostrará el recorrido por el Oviedo revolucionario
Oviedo, Marta Pérez
La Noche Blanca de Oviedo incorporará una actividad novedosa este año: una visita guiada al Oviedo revolucionario, recorriendo los escenarios de Octubre de 1934. Así lo anunció ayer el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos IU), tras reunirse con miembros de la Fundación Juan Muñiz Zapico, vinculada al sindicato Comisiones Obreras. Será el próximo 3 de octubre y la visita estará conducida por tres historiadores de la Universidad de Oviedo.
El recorrido será muy similar al que ya realizó la Fundación Juan Muñiz Zapico en octubre del año pasado con el objetivo -según explicaron- de recuperar la memoria del 34 "lejos del fanatismo". El recorrido partió del Milán, entonces cuartel de Pelayo, donde los mandos del Ejército republicano deciden acuartelar a los soldados, que permanecen durante todos los enfrentamientos encerrados, por temor a que se unieran a los revolucionarios. Los revolucionarios, tras alzar a las cuencas mineras, llevaban días en el Naranco y bajaron a la ciudad cuando columnas de mineros entraron en Oviedo por el Campillín, y tomaron el Ayuntamiento, donde establecieron su cuartel general. Otros dos escenarios previstos en la ruta. En el centro de la ciudad, los revolucionarios también tomaron la Estación del Norte, el edificio del Termómetro, entonces Hotel Inglés, y el del Banco de España, hoy Junta General.
Otro de los episodios más notables de aquellos días tuvo como escenario la Catedral de Oviedo. Un grupo de guardias de asalto se atrincheró en la torre de la Catedral, desde donde disparan a los sublevados. Los mineros dinamitaron la Cámara Santa y la lucha se libró en las naves del templo. El Ejército decidió entonces quemar el teatro Campoamor, para evitar un asalto al cuartel de Buenavista.
"La Fundación se ofreció voluntariamente a realizar esta actividad y nos parece interesante incorporarla", explicó ayer Roberto Sánchez Ramos, quien apuntó también la posibilidad de que la ruta realizada el año pasado se adapte para incorporar también algún escenario de la Guerra Civil. "Será un recorrido amplio por las calles de Oviedo y edificios que guardan historia. Son muchas las fachadas en las que todavía se pueden apreciar los agujeros de las balas", indicó el concejal de Cultura. "La ruta estará guiada por tres profesores de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo, ellos lo explican todo, es un itinerario muy completo. Será un elemento más en la Noche Blanca y creemos que va a tener mucha aceptación", añadió el edil.
La Noche Blanca, con una programación exitosa que atrajo a numeroso público en las últimas dos últimas ediciones, se celebrará en Oviedo el próximo sábado 3 de octubre. El año pasado, como novedad, el Ayuntamiento consiguió abrir al público la Fábrica de Armas de La Vega para acoger algunas de las actividades programadas, como música y escultura en vivo.
Oviedo, Idoya Rey
La fachada del Ayuntamiento, la de La Catedral, la casa de la Rúa o el monasterio de Las Pelayas presentan marcas de disparos que con toda probabilidad llevan allí justo 80 años, desde que en octubre de 1934 el movimiento huelguístico revolucionario estuvo a punto de tomar por completo la ciudad. Durante nueve días, las calles del casco histórico se convirtieron en el campo de una batalla que prácticamente se libró de ventana a ventana.
Esas huellas, muchas veces desconocidas para los ovetenses, fueron repasadas ayer a modo de ruta turística por el historiador Rubén García, el geógrafo Adrián Gayo y por Benjamín Gutiérrez, director de la Fundación Juan Muñiz Zapico, organizadora del proyecto. Durante dos horas y media medio centenar de personas recorrieron el trayecto que une el campus del Milán, donde antaño se ubicaba el cuartel de Pelayo con la plaza del Ayuntamiento. Fue la casa Consistorial uno de los primeros edificios en caer ante los revolucionarios, quienes instalaron allí el comité que estableció unas normas claras y que no dudaba en fusilar a aquellos de los suyos que las incumplieran.
Ellos querían cambiar el mundo, los mineros venían de las cuencas «a luchar del mismo modo que trabajaban, encuadrados con sus compañeros en quienes confiaban». Decían aquello de 'en la mina también se muere' y «peleaban por un mundo mejor». Por ello quedaron prohibidos los asaltos a los comercios y la quema de conventos. «Existen crónicas que cuentan cómo los mineros llevaban pan a las monjas y avisaban puerta a puerta a los vecinos de que no salieran de sus casas», explicaban los historiadores transformados en una suerte de guías turísticos. Hubo quien propuso socializar hasta la prostitución, pero el comité consideraba que las prostitutas eran compañeras camaradas.
«Las mujeres cobraron importancia por ejemplo en el barrio de La Argañosa. Eran quienes se encargaban de vigilar por si había asaltos y organizar turnos. La idea era dar a las mujeres importancia incluso en contra de la opinión de los propios compañeros entre los que había mucho machismo», relataron. Esas mujeres tenían a sus hijos y maridos luchando en la batalla que hizo saltar por los aires la Cámara Santa.
Tras la toma del Ayuntamiento, un grupo de guardias de asalto en su huida se resguardó en la torre de La Catedral. Pasaron cinco días sin agua ni comida. Uno de ellos no aguantó más y al bajar a beber agua de la pila bautismal cayó en manos de los revolucionarios. Pero lo que sí tenían esos guardias eran armas y munición. «Solo una persona con munición subida en lo alto de La Catedral podía frenar todos los ataques porque se veían todas las maniobras», narró el historiador. El objetivo de los mineros se convirtió en acabar con esos francotiradores.
En la casa de la Rúa, hasta donde llegaron haciendo butrones de una casa a otra para no exponerse a la mira de los guardias, instalaron una ametralladora con la que intentaban acabar con su enemigo. Podían haber quemado La Catedral, pero el comité revolucionario lo descartó. No obstante, era imposible controlar a todos los encuadramientos y un grupo de mineros decidió dinamitar la Cámara Santa.
Los revolucionarios tenían un problema para acabar con esos francotiradores: tenían armas que habían conseguido en la fábrica de La Vega, pero les faltaba munición. Recogían las cápsulas de las balas y las rellenaban con dinamita en un punto base que tenían instalado en la zona donde ahora se ubica la plaza de España. Para hacerse una idea había unos 6.000 mineros asaltando la ciudad y a cada uno se le daba una única bala al día.
De lo que sí proveían era de dinamita que usaron también en la quema del Edificio Histórico de la Universidad. Algo sin mucho sentido, porque lo hicieron en su retirada siendo la de Oviedo una de las universidades más progresistas. «Lo hicieron porque representaba la burguesía contra la que luchaban». El Campoamor y el convento de Las Pelayas también ardieron, pero en estos casos fueron los defensores quienes encendieron las llamas para proteger los inmuebles aledaños, los edificios que sobreviven con huellas de hace 80 años.
La Fundación Juan Muñiz Zapico, que ayer organizó un recorrido guiado por el Oviedo revolucionario, reivindica que la capital recupere la memoria del 34 "lejos del frentismo"
Oviedo, L. S. Naveros
Aquellos días de octubre de 1934 Oviedo fue el centro del movimiento revolucionario internacional; los ojos del mundo, de una y otra sensibilidad, se posaron en la capital asturiana, en la que el Ejército republicano y los mineros y metalúrgicos se enfrentaban calle a calle, a tiros, dinamita y bombas. Las primeras fotografías aéreas de la ciudad datan de aquellos días, y también los primeros bombardeos aéreos, cuando el mundo aún no había conocido los castigos a civiles que trístemente se hicieron famosos a medida que avanzaba el siglo XX.
Recuperar la memoria ciudadana de aquellos días y señalar los hitos de aquella lucha es uno de los objetivos del proyecto de la Fundación Juan Muñiz Zapico, de CCOO, que ayer organizó una visita guiada por las calles y edificios en los que se vivieron los enfrentamientos, junto al historiador Rubén García Riesgo. "Hacemos esta visita guiada por la enorme importancia histórica de aquellos días. Creemos que hay que recuperar y señalar esta ruta, recuperar esta memoria, lejos del frentismo", defiende Benjamín Gutiérrez huerta, director de la fundación, que ha creado un mapa, preciosamente dibujado por la ilustradora Begmont, como guía de la visita.
El recorrido parte del Milán, entonces cuartel de Pelayo, donde los mandos del Ejército republicano deciden acuartelar a los soldados, que permanecen durante todos los enfrentamientos encerrados, por temor a que se unieran a los revolucionarios. El Gobierno decide que la ofensiva contrarevolucionaria recaiga sobre cuerpos más de fiar: guardias civiles, guardias de asalto, oficiales y cuerpo de carabineros, según señala Gutiérrez Huerta.
Los revolucionarios, tras alzar a las cuencas mineras, llevaban días en el Naranco, esperando una partida de armas que no llegó. Habían llegado a través de Las Regueras, y bajaron a la ciudad cuando columnas de mineros entraron en Oviedo por el Campillín, y tomaron el Ayuntamiento, donde establecieron su cuartel general. "En la Casa Consistorial establecieron su centro de organización; ahí era donde se daban los vales de comida, donde estaba el centro de mando y a donde llevaban a los prisioneros", señala el director de la fundación.
Toman también otro centro neurálgico de la ciudad, la Estación del Norte. Entre ambos puntos, queda el Ejército Republicano, con tiradores estratégicamente situados sobre la calle, sobre todo en el número 13, la conocida como Casa Blanca. El edificio del Termómetro, entonces Hotel Inglés, y el del Banco de España, hoy Junta General, fueron tomados también por los revolcuionarios, no sin cruentos enfrentamientos. Un grupo de guardias de asalto se atrincheran en la torre de la Catedral, desde donde disparan a los sublevados. "No tenían agua ni comida, y uno que bajó a beber de una pila bautismal fue ametrallado", cuenta Huerta. Los mineros dinamitan la Cámara Santa y la lucha se libra en las naves del templo. El Ejército decide quemar el teatro Campoamor, para evitar un asalto al cuartel de Buenavista. Unos 2.000 combatientes se enfrentaron calle a calle, durante nueve días que estremecieron al mundo.
Se cumplen 80 años del estallido de la Revolución de Octubre en Asturias
La Fundación Juan Muñiz Zapico, en colaboración con CCOO e IU, han puesto en marcha hoy una ruta que recorre los principales escenarios de la Revolución de Octubre de 1934 en Oviedo que forman parte "de la historia e imagen de la ciudad y parte de su presente".
Según sus promotores, el objetivo de esta iniciativa es combinar varios campos como la historia, la geografía y el turismo y dar lugar a una ruta y un plano que permitan su uso turístico y memorialista, "sin otro objeto que ser aportación al conocimiento de la ciudad de Oviedo por residentes y visitantes".
Para poner en marcha este proyecto se constituyó un equipo interdisciplinar con el historiador Rubén García Riesgo, el geógrafo Adrian Gayo Rodríguez y el Curso de Promoción Turística Local e información al visitante de FOREM a cargo de la profesora Sandra Martínez Salvador.
Charla presentación Viernes 3 de octubre de 2014 a las 19:00 en el salón de actos del Museo Arqueológico en Oviedo Ruta guiada Domingo 5 de octubre de 2014 con salida a las 11:00 del Campus del Milán Ruta Revolución octubre 1934 en Oviedo
La Revolución de 1934 marcó un hito en la historia de Asturias y puede ser valorada como la última revolución del siglo XX en Europa y, al cumplirse su 80 aniversario, un equipo multidisciplinar ha recopilado las informaciones relativas para trasladarla a un plano y darle una estructura que permita su visión individual como una ruta al uso.
Los organizadores inciden en que tras los sucesos de 19344 "habría guerras, revueltas, involuciones... pero la última vez que la clase obrera se hizo con el poder, tomando el control de los medios de producción y organizando su propio autogobierno fue en los breves días de la comuna asturiana" y Oviedo fue parte fundamental al darse en sus calles la batalla por el futuro de la misma".
La ruta parte del actual campus universitario del Milán, la fábrica de armas para adentrarse en el casco antiguo de la ciudad y recorrer edificios emblemáticos como el convento de las Pelayas o la catedral de Oviedo hasta finalizar en la plaza de El Fontán.
El 6 de octubre de 1934 los revolucionarios asaltaron la ciudad y tomaron el Ayuntamiento para hacerse con el control un día después de la estación de tren y del cuartel de carabineros mientras que un grupo de guardias de asalta se atrincheraban en la catedral y se producían los primeros ataques a la cárcel desde un tren blindado.
Los revolucionarios tomaron después la Fábrica de Armas y el Banco de España e incendiaron el convento de San Pelayo, la Universidad de Oviedo, el Teatro Campoamor y destruir la Cámara Santa de la catedral antes de retirarse hacia las cuencas mineras el día 14 tras la llegada de las tropas mandadas por el general Yagüe.
Adrián Gayo
Se cumplen ochenta años de lo que fue la “última revolución de componente obrero en Europa occidental”. La Revolución de Octubre de 1934 en Asturias es el resultado de la unidad de todas las organizaciones obreras –la Alianza Obrera-. Este hecho nos deja hazañas épicas en busca de la “revolución social” (en una República que viraba hacia el fascismo con la entrada de Ministros de la CEDA en el Gobierno).
En cierta medida se logró; apenas fueron diez 10 días, pero los trabajadores desde los “Comités Revolucionarios” fueron capaces de coordinar todas las actividades productivas y cotidianas.
Un hito que puso a la cuenca minera asturiana en el centro de todas las miradas para el movimiento obrero europeo. A mediados de la primera década del S. XXI, aún hoy, esta experiencia da lugar a continuos debates; intensos homenajes (Aída la Fuente) y publicaciones…, muchos fueron los esfuerzos por sumergirse históricamente en el contexto, sobre todo a través de los testigos vivos del hecho; pero en escasas ocasiones se ha dado voz al que fue el escenario del conflicto: la ciudad. Oviedo, aguarda todavía hoy cicatrices de unos enfrentamientos que tenían por banda sonora la dinamita.
A pesar de lo anterior, siempre que se menciona la “Revolución de Octubre”, parece que todo está dicho; como diría Martí: todo está dicho ya, pero las cosas cada vez que son sinceras, son siempre buenas. Éste es el objetivo de la Fundación Juan Muñiz Zapico, a través de un equipo multidisciplinar en el que participan historiadores, geógrafos y especialistas en turismo diseñan un itinerario para poner en valor este patrimonio urbano, hoy silenciado.
Las jornadas se inician este viernes (3 de octubre) en el salón de actos del Museo Arqueológico en Oviedo, donde se expondrán los materiales que dieron lugar a la ruta. Cabe destacar el potente material gráfico que se conserva del conflicto. Por ejemplo, imágenes del Ejército del Aire que durante, y previo a los bombardeos, fotografió la ciudad para que el General Franco dirigiera las operaciones militares desde Madrid. Este hecho es inédito en otras ciudad españolas. De esta manera, poseemos imágenes aéreas en un momento en el que aún no se había completado, ni si quiera, el Mapa Topográfico Nacional (recordemos que Franco dirigió las campañas de la Guerra Civil, 1936, con el mapa de carreteras de la Guía Michelín).
Por tanto, no sólo se cuenta con gran parte del patrimonio vivo; las edificaciones. Muchas de éstas, conservan aún impactos de bala testigos de los sucesos, aunque es difícil distinguir los que pertenecen a la Revolución o la Guerra Civil (3/5 partes del caserío fueron arrasadas en este último conflicto).
La actividad de la Fundación continúa el domingo (5 de octubre) para poner en práctica la ruta. Siguiendo la trama urbana podemos revivir por dónde penetraron los mineros, llegando hasta el corazón del Oviedo burgués que los recibió con las ventanas tapiadas y un silencio insólito.
La simbiosis entre la exposición gráfica y el contacto in situ con el medio urbano resulta una experiencia innovadora no sólo para potenciales turistas; sino también para los propios residentes, que en muchas ocasiones desconocen el patrimonio que la ciudad nos brinda si la observas de manera adecuada, en este caso: desde la piel de un revolucionario.
La experiencia que nos ofrece la Fundación Juan Muñiz Zapico con estas jornadas sin duda tendrá continuidad, ya que la propuesta no nace únicamente para engrosar las “efemérides del 34” sino que pretende integrarse entre los atractivos de la ciudad; y también, ofrecer esta posibilidad a escolares o universitarios. Aportando otra mirada al paisaje urbano -a priori-, ajeno para jóvenes o viandantes.
El día 5, domingu, cúmplense 80 años del aniciu de la Revolución d'Ochobre del 34. Nesa xornada va entamase una ruta guiada n'Uviéu pelos puntos claves del llevantamientu obreru na ciudá.
La Fundación Juan Muñiz Zapico, cola collaboración de CC OO d'Uviéu y Izquierda Xunida d'Uviéu, ye la responsable de la creación d'esta ruta tres la constitución d'un equipu interdisciplinar formáu pol historiador Rubén García Riesgo, coautor del llibru sobre Los Mártires de Villafría; el xeógrafu Adrian Gayo Rodríguez; y el Cursu de Promoción Turística Llocal y información al visitante de FOREM, a cargu de la profesora Sandra Martínez Salvador. "La idea d'esti proyeutu ye combinar dellos campos, la historia, la xeografía y el turismu, dando llugar a una ruta y un planu que permitan el so usu turísticu y memorialista, ensin otru oxetu que ser aportación al conocimientu de la ciudá d'Uviéu, tanto de residentes como de visitantes", espliquen dende la fundación.
Esti domingu va ser posible facer la ruta xunto con un guía a partir de les 11 hores, con salida del campus del Milán. L'itinerariu propuestu ye'l siguiente: c/ Teniente Alonso Martínez, c/ Marcelino Fernández (Fabrica d'Armes), c/ Martínez Vigil, Conventu de Les Pelayes, c/ San Vicente, Corrada del Obispu, Travesía Santa Bárbola,· plaza Alfonso II (catedral), plaza El Porlier y Edificiu Históricu de la Universidá d'Uviéu, ·c/ Mendizábal, c/ Argüelles (Santa Clara y Teatru Campoamor), plaza Escandalera, c/ Uría , c/ Fruela, c/ Xesús y plaza de la Constitución, c/ Fierro y plaza El Fontán.